martes, 7 de enero de 2020

ELECCIONES CONGRESALES 2020: CON CANDIDATOS CUESTIONADOS PODRÍAMOS TENER UN CONGRESO PEOR QUE EL ANTERIOR!!


El Congreso de la República es uno de los menos respaldados por el Pueblo. De acuerdo con una encuesta de Ipsos, el 71% de la población desaprobaba su gestión. No sorprende, en consecuencia, que el 89.5% de los encuestados, según CPI, haya respaldado la decisión del presidente Martín Vizcarra de disolverlo.

Principalmente el rechazo al desempeño del Congreso se relacionaba estrechamente con la mala conducta, irregularidades y hasta delitos protagonizados por legisladores de diversos partidos políticos.

Ad portas de una nueva elección congresal, el panorama no ha cambiado, el 90 % de candidatos son prácticamente impresentables, sin brújula ni ideas, van prometiendo cosas inalcanzables para el cargo al cual aspiran.

La labor de los partidos que son los encargados de elaborar la lista de candidatos, ha sido totalmente MALA. La mayoría tienen antecedentes y performances cuestionables por su paso por la administración pública, dado los antecedentes negativos antes mencionados, es evidente que algo falla en el proceso.

Entre las causas de estos vicios más ha sido el afán por DAR CABIDA A POSTULANTES SIN MAYOR ARRAIGO NI HISTORIAL POLÍTICO Y PRIVILEGIAR OTRAS RAZONES, COMO SU SOLVENCIA ECONÓMICA Y EL VOLUMEN DE SUS APORTES A LA CAMPAÑA DEL PARTIDO.

La ciudadanía debe sentirse plenamente representada por el Congreso y tener la certeza de que sus representantes trabajan por el bien común y no buscando el beneficio propio. Y el panorama no es nada alentador en estas elecciones 2020, debido a los currículos despreciables de algunos candidatos al congreso, y que buscan representar a la región Lima.

ALGO MÁS
El Congreso disuelto tuvo entre sus filas hasta a 3 congresistas que fueron encarcelado tras ser despojado de su inmunidad y condenado por el Poder Judicial. Además más de 70 afrontan investigaciones en el Ministerio Público, por presuntamente integrar organizaciones criminales, incluso hasta antes de su elección.

El efecto negativo que estas situaciones generan en la imagen del Legislativo, desencadena en el desprestigio que no es saludable para la estabilidad de nuestra democracia.

Las elecciones congresales extraordinarias serán el 26 de enero del 2020, y la población no sabe por quién votar; esa confusión es un peligro pues podríamos tener un Congreso igual y hasta peor que el disuelto. Regresamos. La paciencia es nuestra mejor virtud.

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