EL AUSENTE: EL CANDIDATO QUE NO QUIERE GANAR.

La segunda vuelta está muy cerca y los candidatos de ‘La Cholita’ y ‘El Toro’ intensifican su campaña final. Pero parece que se olvidan de algo muy importante, que los esfuerzos de la campaña deben dirigirse fundamentalmente en los nichos electorales donde la candidatura genera una ‘simpatía dudosa’ y no así en el ‘voto duro’.

El candidato debe crear una imagen que vaya generando simpatía.  Una buena estrategia electoral debe mostrar al candidato principalmente con credibilidad, experiencia y honestidad y, además, añadiéndole otros atributos afines con sus votantes.

La Cholita pretende aparentar ‘sencillez, experiencia en gestión pública  y amabilidad’, mientras que el Toro no puede desprenderse de su imagen ególatra, indiferente y prepotente. Ahora, es entendible que estando en manos de neófitos, cometen errores garrafales que no siempre son usados para sus beneficios, y ni tienen en cuenta que deben seleccionar sus votos y votantes. Veamos:

PRIMERO: El voto duro, que son los electores que el candidato tiene como base electoral.

SEGUNDO: El voto débil, que son aquellos votantes que no se sienten especialmente vinculados con la candidatura, pero podrían ser susceptibles de convencer para sumar voluntades.

TERCERO: Los denominados votos switchers, aquellos que algunas veces de forma equivocada se conocen como indecisos, que barajan siempre alternativas, y pueden inclinar la balanza sorpresivamente.

El voto duro o anclado en cada uno de ellos, puede suponer hasta un 65%, por lo que una buena estrategia electoral debe intentar conseguir el voto débil o switchers, también conocido como voto volátil o indeciso. Aunque la cantidad sea menor, es quien define finalmente el resultado final de las elecciones.

Hasta el momento, ‘la cholita’ viene haciendo mejor su trabajo, y parece que el candidato del TORO no pretende ganar, por su lejanía, ausencia e indiferencia electoral en esta segunda vuelta. Pero eso no es todo. La paciencia es nuestra mejor virtud.