Solo en lo que va
del año 2016, en el hospital Regional de Huacho se han registrado 12 muertes
perinatales. Es decir hay una negligencia punible y una total incapacidad de
sus administradores, colocado a dedo por el impresentable Nelson Chui y su
adulón y bueno para nada FELIX PALOMO.
Lo increíble es que
a pesar de esas muertes, NADIE ha asumido su responsabilidad, siendo más bien una burla a los usuarios lo expresado
por el director de la DIRESA que dijo: ”Que ellos han “matado” menos que la
gestión de Alvarado”.
El director del
Hospital un mediocre medico de nombre PABLO OBISPO no ha sido cambiado, y ni
siquiera es investigado por las negligencias que ocurren en ese nosocomio.
Palomo, director de
la DIRESA manifestó hace poco que “es normal las muertes perinatales y que en
esta región hay menos óbitos fetales muertos a diferencia de otros hospitales
en otras regiones”. O sea mal de muchos, consuelo de tontos.
Demostrando
insensibilidad y falta de escrúpulos estos médicos, tuvieron la osadía mental
de decir que las muertes ocurridas eran consecuencia del ZICA.
ABUNDAN DENUNCIAS
POR NEGLIGENCIAS MÉDICAS
El 6 de enero la
madre gestante Miriam Trejo, denunció mala atención del hospital de Huacho y de
presunta negligencia médica, al ocasionar la muerte del óbito fetal (37
SEMANAS). Este crimen ha sido denunciado penalmente ante la Segunda Fiscalía
Penal Corporativa de Huaura. Caso Nº 158-25016.
El 17 de enero la
paciente Luz Vanessa Cruz denunció otra negligencia con posterior fallecimiento
de otro óbito fetal, ella tenía 4 meses de embarazo.
En el mes de
febrero mueren un óbito fetal más, de una paciente en extrema pobreza natural
de Musga (Paccho) con 7 meses de gestación. Y así hasta llegar a la suma de 10
muertes perinatales en menos de dos meses.
Lo increíble es que
NELSON CHUI minimiza estas muertes, siendo
indolente al dolor que ocasionan malas prácticas médicas en perjuicio de
madres gestantes.
Al no tener un buen
gobernador regional, y consejeros regionales honestos, la población se
encuentra desamparada por que el espíritu de cuerpo que habita en el sector
salud, permite estas anomalías, irresponsabilidades e impunidad que solo traen
desgracia para las familias que lloran las muertes de sus seres queridos.
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