En enero último, Pedro Castillo, el todavía presidente, confirmó al periodista Fernando del Rincón de CNN que SI se había reunido con la lobbista y mecenas Karelim López. No obstante, la semana pasada ese mismo Pedro Castillo declaró por escrito al equipo de fiscales que lo investiga por presuntas corruptelas, que NO se reunió el 27 y 28 de octubre del año pasado con la mencionada operadora de negocios con el Estado. Semejante contradicción es una prueba manifiesta de la incapacidad moral de Castillo para continuar ejerciendo el cargo de jefe del Estado.
¡Suficiente este
testimonio para vacarlo! Pero si esa evidencia de inmoralidad personal no
convence a los congresistas de Acción Popular, Alianza para el Progreso y
Podemos de que, tan sólo aplicando los postulados de la Carta,
constitucionalmente Castillo no debería continuar ejerciendo más la presidencia
de la República, entonces reconozcamos que el Perú está perdido.
Karelim, nombre indeleblemente
ligado a Pedro Castillo por vínculos amicales (porque organizó en palacio de
gobierno -y la habría pagado- una fiesta de cumpleanos para la hija del aún
mandatario), es la cubiletera que, días después de su visita a Castillo en el
antro Sarratea, habría conseguido un contrato por cerca de S/ 300 millones a
favor de la constructora que representaba, para erigir el “Puente Tarata”; y
que, también, logró otro arreglo opaco -por US$78 millones- entre Petroperú y
Heaven Petroleum.
Esto es lo que se sabe
hasta el momento. Aunque es posible que aparezcan nuevas perlas. Sin embargo,
según el “Diario del Cusco”, tras ser preguntado por la Fiscalía quiénes
participaron en esa cita, Castillo sustentó, por escrito, “No lo sé. Yo no he
participado en dicha reunión.” Peor aún. Aseguró que no podría precisar si se
había reunido con Karelim López en palacio entre los meses de agosto a
noviembre. Precisamente lo contrario que respondió a CNN, admitiendo
públicamente haberse reunido con López: “Sí, vino al despacho.
La recibí, pero nunca
se trató, dijo esa vez”, aceptado que asimismo se reunió con el gerente de
Petroperú, Hugo Chávez. También de acuerdo al “Diario de Cusco”, Castilló negó
conocer a Ada Vidalina Sánchez, dueña del antro de Sarratea, cuando al periodista
del Rincón le confirmó que sí saludó a Ada Vidalina “por recibirlo durante la
campaña electoral,”
El mismo medio
cusqueño recuerda que Castillo ha incurrido en similar contradicción en el caso
de los ascensos militares; lo mismo que en las circunstancias en que conoció a
Bruno Pacheco, el ex secretario general de palacio Bruno Pacheco. “Hay todo un
proceso que lo evalúa, pero no lo hace directamente mi persona”, respondería
Castillo. Sin embargo, Pacheco lo contradijo ante Fiscalización del Congreso
precisando “Quien me propone es el presidente Castillo”.
La lista de
contradicciones del aún presidente Castillo sigue y sigue. Se trata, amable
lector, de flagrantes ejemplos de fraude procesal y falsedad genérica cometidos
por el presidente Castillo.
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