Un presidente que prefiere moverse en las sombras, evitando hasta donde le es posible rendir cuentas de sus actos como primer funcionario de la nación; un presidente que nombra ministros y jefaturas en distintas instancias de gobierno, no sobre la base de su capacidad profesional, sino como consecuencia de oscuros acuerdos políticos, gremiales o económicos; un presidente que miente con descaro y sistemáticamente sobre sus relaciones con personajes ligados a actos de corrupción, es un presidente en el que ningún ciudadano en uso de razón puede depositar su confianza.
No le extrañe a nadie
entonces que en la encuesta de Ipsos para el portal Lampadia quede claro que el
57% de los peruanos considera que Castillo debe dejar Palacio de Gobierno. Y
que el 61% de jóvenes de 18 a 25 años crea que el mandatario sí está
involucrado en actos de corrupción, segmento que, además, expresa mayor recelo
sobre su administración.
Serán jóvenes, sí, pero no
tontos. Total, la prensa independiente se ha encargado de destapar numerosos
escándalos que dejaron al descubierto la conducta reiteradamente taimada del
mandatario y sus gonfaloneros.
Con las mujeres peruanas
tampoco las tiene consigo, como quisiera, pues esa desconfianza se extiende
hasta el 73% de ellas. ¿Tendrán algo que ver las figuras decorativas que ha
venido poniendo al frente del Ministerio de la Mujer cada vez que sus gabinetes
se le caían a pedazos? ¿O serán las contadísimas pero muy conservadoras
opiniones –en campaña y ya en Palacio– que ha emitido sobre temas tan sensibles
como la educación moderna, las ideas de paridad, los feminicidios o la familia?
Lo peor es que, en conjunto,
el 70% de los peruanos encuestados, hombres y mujeres de todos los segmentos de
edad, manifiesta tener nula confianza en Pedro Castillo. Es decir: para estos
ciudadanos, su credibilidad es menor que cero. Y no hay mayor peligro para la
democracia y el Estado de derecho que un enorme sector, mayoritario, de la
población no sienta ningún respeto ni confíe en su máxima autoridad, el
presidente de la República.
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