La
Policía Nacional y el Ministerio Público detuvieron esta madrugada a 26
integrantes de la organización criminal Los Temibles de Nuevo Cañete, que desde
el 2010 se dedicaba al tráfico de terrenos, la extorsión y la tenencia ilegal
de armas en el Valle de Concón Topara, ubicado entre los kilómetros 167 y 170
de la Panamericana Sur.
Según
las investigaciones policiales, que iniciaron en setiembre del año pasado, la
organización criminal operaba bajo la fachada de la Asociación de Posesionarios
del Centro Poblado de Nuevo Cañete (Apceponc), creada en febrero del 2010. A
través de ella ejercía el control absoluto sobre los predios que usurpaban, con
el objetivo de lucrar en cada paso del proceso.
De
esa manera, no solo ganaban con la venta de los terrenos, sino que luego
obligaban a los propietarios a utilizar constructoras afines para instalar los
bloques de concreto de sus viviendas. Una vez que se celebraba el contrato,
parte del dinero destinado a la ejecución de la obra recaía en manos de sus
directivos. Si alguien incumplía el trato, se convertía en víctima de
hostigamientos y amenazas con arma de fuego. En el peor de los casos, incluso,
se procedía a la destrucción del inmueble.
Al
frente del megaoperativo N° 84, denominado Tempestad, estuvo la División de
Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac) y la Dirección General de
Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin). En la intervención
participaron un total de 750 policías, con el apoyo de 47 fiscales
especializados en crimen organizado. Las fuerzas del orden también allanaron
una celda y 30 inmuebles en Lima y Cañete.
Durante
los registros, la Policía incautó tres pistolas, 100 municiones, dos granadas y
tres cartuchos de dinamita, además de tres vehículos. También se logró
recuperar alrededor de S/3 millones en efectivo.
Al
momento del golpe, Los Temibles de Nuevo Cañete se encontraban en una etapa de
expansión violenta hacia lotes colindantes, debido a la falta de espacio en la
zona donde se asienta la Apceponc y a la aparición de nuevas asociaciones. El
uso de la fuerza y las intimidaciones estaba a cargo de un brazo armado. Sus
miembros, incluso, portaban chalecos que los identificaban como “Seguridad
Apceponc”. Por otro lado, custodiaban los accesos a la asociación en
tranqueras, pese a ser de ingreso libre.
CONTACTOS EN LA MPC ERA CARMELA APOLAYA, MARCELO YACTAYO Y
ANGÉLICA ARATA TASSO
Los
Temibles de Nuevo Cañete se habían aliado con personal y funcionarios de la
Municipalidad Provincial de Cañete, quienes colaboraran con el trámite y
aprobación de diversas solicitudes y requerimientos, como la emisión de
constancias de posesión. Además, daban a conocer los procesos judiciales,
investigaciones fiscales y policiales en las que se encontraban comprendidos
los directivos o integrantes de la organización criminal.
Entre
ellos figuran Angélica Arata Tasso, Angie o Moza, Víctor Luciano Marcelo
Yactayo, alias Marcelo, y Carmela Teodora Apolaya Hidalgo, quienes aceleraban y
saneaban la documentación de los posesionarios. Los tres fueron detenidos por
las autoridades.
Asimismo,
la organización criminal estaba aliada con policías en actividad y en retiro de
Cañete y Lima, quienes les brindaban información sobre posibles intervenciones
en la zona y las medidas de precaución que debían adoptar en sus comunicaciones
o desplazamientos.
El
agente involucrado fue identificado como Gregory Silva Alvarado, también
llamado Shiva, comisario de San Vicente de Cañete. Asimismo, se ha detenido al
Teniente PNP (r) José Miguel Beltrán Puppy. De acuerdo con la PNP, los malos
agentes también colaboraban con personal uniformado para contrarrestar los
reclamos de la población o las pretensiones de asociaciones rivales. Por su
colaboración, eran retribuidos con lotes.
En
sus filas también aparecía Javier Gustavo Durand Barrera, encargado de la Red
de Divulgadores Científicos del Perú. La organización criminal aprovechaba su
continua permanencia en Cañete para que modifique los límites de terreno de
otras asociaciones vecinas en beneficio de Apceponc, echando mano de maquinaria
pesada.
Otro
implicado es Luis Gabriel Chau Lauz, llamado Chino Luis, quien en su condición
de encargado del aeródromo de Nuevo Cañete cumplía con la entrega y venta de
lotes a nuevos posesionarios.
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