¡RENOVACIÓN POLÍTICA CON LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES!

Los comediantes describen a los gobernantes viejos como ladrones, marchitos, momias ambulantes. El propio Erasmo consideraba que los políticos se van atontando a medida que se acercan a la vejez.

Y aunque decir “los jóvenes al poder” pareciera un slogan, en realidad es una convicción política, y una necesidad ante la incansable y hostigante presencia en el cielo electoral de politiqueros viejos de edad y del alma.

No es novedad que los políticos buscan el voto juvenil, buscan ganarse su confianza, voluntad y su simpatía, más no les interesa darles oportunidades ni presencia en el poder que luchan en conseguir.

Antes los últimos acontecimientos en el país y la región, la sociedad nos envía dos mensajes elementales.

UNO, que no está dispuesta a tolerar más corruptelas y triquiñuelas de partidos, políticos y gobernantes. DOS, que tampoco está dispuesta a elegir a los políticos de siempre, aquellos que viven de elección en elección, y que finalmente terminan apoderándose no solo de la voluntad de los incautos, sino de los recursos del estado para beneficio propio.

Queda claro que la figura joven será protagonista en el 2018, la batalla por la renovación será prioritaria para recuperar la confianza en la política.  Y por eso es fundamental que, en este nuevo proceso, que ya se acerca, se exhiban los liderazgos jóvenes, aquellos en la que podamos confiar.

Ni Chui, Ni Palomino, menos Alvarado, Ni Rosa Vásquez, ni Eddie Jara, ni Mufarech, etc, representan esa renovación política que nos devolverá la confianza, pues solo son estandartes de la sinvergüencería y la politiquería, que nos ha conducido al desastre y al atraso regional. Los religiosos los denominarían SEPULCROS BLANQUEADOS.

Son simples mamones, que amamantan a otros más inútiles que ellos, y que han encontrado en el estado una FORMA FÁCIL de vida, con las prebendas, la corrupción y los lujos que ella ofrece.

Aún estamos a tiempo. Sin ser chaman ni adivino lo predecimos. Y nos alegra.