Ya no es novedad
las irregularidades sucedidas en las últimas elecciones regionales y
municipales del pasado 7 de octubre, las denuncias son incontables y el temor
es que ese mal manejo por parte de la ONPE se repita en esta segunda vuelta
regional.
En Barranca, Canta (Lachaqui), Huacho, Yauyos (Viñac y
otros distritos) etc, han sucedido actos
muy graves como por ejemplo la negativa
de los trabajadores de la ONPE para que los personeros firmen las actas, y
menos poner alguna observación en ellas, y en algunos caso los mismo personeros
fueron desalojados del aula de votación.
Asimismo muchos
ciudadanos denunciaron que encontraron sus cédulas ya marcadas y los padrones
ya firmados por fantasmas que habían votado por ellos, es más sumaban mal los votos y en actas donde
había un ganador simplemente lo observaban.
Esta elección
regional y municipal ha sido la peor organizada de los últimos tiempos y los
reclamos y la insatisfacción de los electores será un detonante social a partir
del 2019, para las autoridades electas
que se eligieron de esta forma.
Otro hecho aparte
fue la presencia masiva de “jaladores”, principalmente en Huacho, de personas
que incitaban al voto por el movimiento de Nelson Chui, LA FAMILIA y hasta por
LA CHOLITA. Obviamente esto no podría ser gratuito sino responderían a ciertas
estrategias vedadas con la finalidad de asegurar el triunfo de sus candidatos.
Este mal trabajo de
la ONPE podría repetirse en esta segunda vuelta electoral, debido a que hay
intereses económicos muy grandes por
parte de la autoridades que se van y otras ya electas para sus conveniencias
futuras.
Los que se van como
por ejemplo Nelson Chui, no quieren ser investigadas y denunciadas por una
gestión nueva que garantice una auditoria a la corrupción existente, de allí su
cercanía con la lista del Arbolito. Regresamos.
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