Los dos más
poderosos e influyentes gremios del país, la Confederación Nacional de
Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), y la Cámara Peruana de la
Construcción (Capeco),han sido denunciadas al haber sido corrompidas por el
dinero de Odebrecht. Y no es poca cosa.
Es importante
observar con especial énfasis la relación del empresariado con los políticos, y
el lado en el que se ubican ante el pueblo. No miremos solo a los políticos.
Es innegable que la
corrupción surge de un estado corrupto, que es gobernado por políticos corruptos,
en complicidad de empresarios tan pragmáticos que terminan siendo corruptos
para no perder dinero. Así de simple.
ODEBRECHT ha
desenmascarado a la clase política, y a los empresarios quienes dirigen nuestra
economía; al final el único perjudicado es el pueblo, por ello es el momento de
acabar con esta clase política con los bolsillos llenos de dinero mal habidos,
dándoles oportunidad a nuevos valores, despreciando electoralmente a gente
corrupta enquistada por años en las regiones y municipalidades.
Finalmente es
bastante claro que los políticos son los operadores con poder e inmunidad de
esta mafia, y tienen tanta responsabilidad como estos sujetos viles que dejaron
de ser gamonales y banqueros, para convertirse empresarios para seguir
explotando a los trabajadores.
Ahora depende de
todos nosotros, pues no es por “amor” que algunos alcaldes busquen a
“reelección camuflada” luego de vivir por años del pueblo. Es el momento de
despertar y rechazarlos con la misma fuerza, como con las que nos ROBAN IMPUNEMENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.