Hoy se celebra el
XVII aniversario de creación institucional del Gobierno Regional. Desde su
creación y puesta en funcionamiento solo ha dejado sin sabores, pocas alegrías
y muchas denuncias por presunta corrupción. Poco avance para miles de millones
de soles trasferidos que pudieron cambiar nuestra triste realidad. Hoy se nota
casi nada en inversiones de impacto regional, una inmensa burocracia y una
larga lista de incapaces en los cargos de confianza. Nada ha cambiado, nada se
ha superado y todo sigue igual.
El gobierno
regional dispone ahora de 347 millones de soles en sus arcas, de las cuales
solo ha gastado el 21 % en proyectos y actividades en casi 7 meses de gestión.
Y si observamos el gasto en otras ejecutoras encontramos que Lima Sur tiene 19
%, Agricultura el 6.1 %, Salud 12 % y Educación el 13.2 %. Es decir nada de
inversiones.
Se han cambiado 2
gerentes generales, directores regionales y de redes de salud, y un sinnúmero de impresentables que en vez de aportar, han
puesto en la lona al ‘arbolito’ que se encuentra casi podado.
Los últimos
acontecimientos solo confirmarían que se gobierna con control remoto y desde
lejos. No hay liderazgo y todo acto de desarrollo solo queda en deseos,
voluntades y buenas intenciones.
Se ha llegado al
límite de descontrol en el pago millonario por servicios ‘periodísticos’, miles
de soles que deberían servir para ejecutar obras. Es más estos mismos ‘contratados’ son usados
para enlodar a funcionarios del mismo GORE,
en una pugna absurda de celos y ambiciones desmedidas.
Por otro lado, la
Contraloría General de la República habría detectado que muchos designados en
cargos de confianza, no cumplen con el
perfil profesional requerido según los instrumentos de gestión del Gobierno
Regional, pero eso no parece importarle al Gobernador.
Finalmente, se
esperaba con esta gestión el fortalecimiento de una cultura de vigilancia y
transparencia como política pública, priorizando los temas que no pueden
esperar como desnutrición, anemia, violencia, pobreza, agua y saneamiento,
infraestructura y el de diseñar un modelo común de bienestar integral y bien
vivir para la región.
En este XVII
aniversario, el Gobierno Regional sigue en deuda, y parece imposible que pueda
salir del foso al que ha llegado por disputas, paternalismo y amiguismo. La
paciencia es nuestra mejor virtud.
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