Han transcurrido más de un año desde la adopción de las primeras medidas para combatir la pandemia, sin que los resultados hayan logrado detener el contagio y el número de fallecidos. A lo largo de estos meses se han venido retratando las carencias del sistema público de salud del país: la falta de camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), la falta de personal médico -especialmente los internistas que cubre la atención primaria de emergencias-, la falta de ventiladores de emergencia, los implementos básicos de seguridad biosanitaria, etc.
DENUNCIAN ABUSOS Y COBROS INDEBIDOS EN
HUACHO Y BARRANCA
Pero a su vez
también, hemos podido conocer la inhumanidad de ciertos profesionales que
parecen haberse equivocado de profesión, pues han hallado en la desgracia y el
dolor de los familiares de los contagiados y fallecidos covid, su mejor fuente
de ingreso. Tenemos desde autoridades incapaces de implementar los hospitales
con plantas de oxígeno y camas UCI, hasta a inhumanos 'viviendo' del dolor de
los familiares de pacientes covid.
Hace unas horas, las
denuncias de cobros indebidos, de miles de soles, por camas Uci y balones de oxígeno
por parte de malos trabajadores, han remecido los cimientos del sector salud,
especialmente en los hospitales de Barranca y Huacho. Estas han sido tan
letales, que solo una mente sin reflejos ha podido ser incapaz, hasta la fecha,
de destituir a malos funcionarios amparados en la negación de que el barco se
hunde desde la cabeza.
HACE RATO DEBIERON SER DESTITUIDOS
Pero, ¿Qué o quienes
detienen la salida del director de la DIRESA Richard Solano (principal
responsable), del director del Hospital de Barranca Martin Ramos y de su
homologo Juan Nicho Viru, del ahora lúgubre Hospital regional de Huacho?, ¿Quién
podría ser capaz de indicarle al gobernador que la negación del trafico del
dolor humano, puede sostener a una gestión regional?
SOLO EN LA SEGUNDA OLA COVID
Desde enero a la
fecha y según los cálculos de la Diresa, han fallecido casi 980 personas, se
han contagiado miles de seres humanos, y
solo se han podido aplicar ni el 50% de las vacunas entregadas, y lo que es
peor han sido tan negligentes que hasta trabajadores del mismo gobierno
regional han fallecido, entre denuncias de abandono, desinterés e incapacidad.
ELEFANTES BLANCOS
No olvidemos que la
falta de ejecución del gasto en adquisición de activos no financieros en salud
es una de las principales causas de mortalidad de la pandemia en el país y en
la región, pero peor aún es el mal uso del dinero del pueblo, reflejados en 4 módulos
IOARR con camas Uci que no pueden ser utilizados por daños en su construcción,
14 ambulancias no pueden usadas por anular la compra en medio de una investigación
fiscal, etc.
EN OTRAS REGIONES HAY FUNCIONARIOS
CUMPLIENDO PRISIÓN PREVENTIVA
Por mucho menos de
esto, hay funcionarios con prisión preventiva en otras regiones, y no podemos
consentir que por mucho más, indolentes sigan cobrando por oxígeno, camas Uci y
hasta por poner una inyección en los módulos covid de Barranca y Huacho. Es cierto
no son todos, y eso es lo más doloroso, porque también existen grandes profesionales
del sector salud que luchan día a día contra esta pandemia, y que hoy son vapuleados
injustamente por culpa de 2 o 3 sinvergüenzas a quienes solo les importa el
dinero.
ALGO MÁS
La reflexión final es
que el sistema sanitario colapsó por la propia ineficacia del gobierno regional,
con una responsabilidad compartida con los organismos de control y justicia.
También queda claro que no basta con ejecutar el presupuesto en salud, porque
esto no nos garantiza eficiencia en su gasto. La pandemia no solo desnuda la
pobreza del sector salud sino también la inexorable necesidad de la profunda
reforma de la regionalización.
JUSTICIA QUE TARDA, NO ES JUSTICIA
Mientras tanto
esperamos que de inmediato sean destituidos el director de la DIRESA, y los
funcionarios de confianza de los hospitales de Huacho y Barranca, de no hacerlo
simplemente comprobaríamos con tristeza, que el conchabamiento y espíritu de
cuerpo dominan al Gore. Estos no van a renunciar, y seguirán aferrándose al
cargo, pues sospechamos les debe dejar buenas ganancias. La paciencia es nuestra mejor virtud.
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