Terminaron las elecciones regionales y congresales, y aunque falten contabilizar algunas actas observadas, los resultados al 100 % no vislumbran un buen futuro al país.
Muchos consideran que estas elecciones fueron totalmente atípicas, y
sobre todo con muchas sombras, ya que desde 15 días antes se preparó un
escenario para el fujimorismo entre De Soto y Keiko, aunque no contaban con el
voto a Castillo y que con las justas ganaran el chance de la segunda vuelta a
López Aliaga.
Pero eso será materia de posterior análisis. En la región Lima los
resultados también han sido paupérrimos para los postulantes al congreso. Sus
triunfos los colocan sin representación popular, y aunque esas curules deben de
ser cubiertas si o si, consideramos que con 6 mil votos no creo estén felices,
teniendo en cuenta el más de medio millón de votantes de la región.
Y si alguien consideraba como buen aliado político a Nelson Chui, los
resultados magros obtenidos por este, que a la justa llega a 2,231 votos lo
descalifica como tal. Es decir, Chui no
sería ni aliado ni apoyo político para nadie y menos para Ricardo Chavarría.
La designación de chuistas en los cargos de directores y gerentes
regionales debería de ser evaluados, porque en esta campaña habrían usado los
recursos para ayudar al maestro y guía, sin éxito, de tal manera que ni maestro
ni pupilos son necesarios ni aportan nada para nadie.
Esto con relación al gobierno regional, en cuanto a la municipalidad
provincial de Huaura tampoco ocultaron la simpatía por 'el Man', algo que
desarrollaremos más adelante.
No hay duda que en toda elección popular hay vencedores y vencidos, pero
en esta el perdedor fue NELSON CHUI, y sus mermeleros, y que una vez más
quedaron en evidencia que ‘no influyen’ ni en su casa. La paciencia es nuestra
mejor virtud.
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