PRIMERO: No me gusta Castillo en segunda vuelta, pero me gusta menos que le ninguneen en CNN. Inaceptable.
SEGUNDO: Por otro lado, Pedro
Castillo con ese 16 % no entraba ni a segunda vuelta en elecciones pasadas.
Para quienes están con ataque de ansiedad: la abrumadora probabilidad es que
Castillo sea una anécdota. El 80% de la gente no va a votar por él. Ya Castillo
tocó techo.
TERCERO: No nos asusta que
Castillo sea de izquierda, nos asusta que deja en claro que es un caudillista
que no respeta la democracia, además de un antiderechos.
CUARTO: Durante el
transcurso de estos días sabremos quienes van a segunda vuelta, lo de las 11:30
al parecer tampoco será lo oficial, de lo oficial.
QUINTO: Este resultado es el
reflejo de la polarización del país: entre el centralismo de Lima vs. el olvido
a los más pobres. Así como la pandemia desnudó el sistema de salud, estas
elecciones evidencian el cansancio del pueblo y la necesidad de atender a los
excluidos de siempre.
SEXTO: Es preocupante por
ejemplo que, la candidata a la vicepresidencia de Perú Libre, Dina Boluarte,
dijo tras los resultados, que su agrupación no suscribirá “ninguna hoja de ruta
para cambiar” sus propuestas, como cerrar el Tribunal Constitucional (TC) y
convocar una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución.
SEPTIMO: Lo más trágico son
sus propuestas económicas, básicamente ofrece lo que hizo García en su primer
gobierno, como su negativa a pagar la deuda externa del país. “La clase
acomodada limeña seguramente dejará de ser acomodada”, es un mensaje
confrontacional que podría restarle votos.
ALGO MÁS
Aún es prematuro, los
resultados no fueron los esperados para la clase política tradicional,
esperemos. En la segunda vuelta vienen las alianzas, los endoses, etc. La paciencia
es nuestra mejor virtud.
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