¡Los viejos a la
tumba, los jóvenes a la obra! ; Con esta frase cierra el siempre joven Manuel
González Prada su "Discurso del Politeama", luego del desastre
nacional y de la amputación del territorio peruano.
Perfecta actualidad
tiene, tristemente, para los que habitamos dolientes esta pujante y rica región,
este discurso de hace más de cien años,
que lamenta no resignadamente lo que llama "la quiebra fraudulenta y…la
mutilación del territorio nacional." Y es que así, defraudados nos
sentimos ante el incremento de la corrupción infame, inconsulta, arbitraria, e
impermisible.
Sin embargo, el
discurso del maestro no es solo gemido triste, sino crítica viril a los siempre
viejos y marchitos que suelen gobernar esta región, las mal llamadas autoridades
(Presidente regional, Consejeros, alcaldes y regidores). Y así es la gesta,
crítica viril y cívica, de los que amamos a esta región, contra los que luego
de la "orgía" de la malversación y la componenda, y de estar bebiendo
"el vino generoso" de la injusticias y del dinero mal habido, aun
pretenden o regresar o continuar.
Es de lamentar la
actualidad del discurso del maestro, porque en la región aun se replican los
caínes, que por tratos oscuros, venden sus sucias conciencias por debajo de la
mesa. Pero lo que no hay que lamentar y que los que buscamos la verdad, debemos rescatar, es que "los viejos deben temblar ante los
niños, porque la generación que se levanta es siempre acusadora y juez de la
generación que desciende". Solo esperamos que, como dice el maestro,
nacerá "de aquí, el historiador que marque la frente del culpable con un
sello de indeleble ignominia." Así que
prepárense.
De los jóvenes
depende, en este mismo instante, que las elecciones del 2014, pueda significar
el inicio de un camino sin retorno hacia la limpieza ética, hacia la
meritocracia, hacia la cultura de la evaluación, hacia la verdad y por supuesto
al encarcelamiento de los corruptos y el fin de la impunidad e inmunidad de los
que hoy nos roban descaradamente.
De estos días
depende que se pueda replicar las palabras del maestro: "Los que pisan el
umbral de la vida se juntan hoy para dar una lección a los que se acercan a las
puertas del sepulcro."
Los que buscamos un
futuro de empleo con libertad, solo
esperamos, y actuamos para ello, que este sepulcro, moral obviamente, sea
próximo. Pero no solo para cubrir las expectativas de una nueva región, sino para
que de una buena vez se ponga punto final ante tanta humillación y piratería, y
un castigo ejemplar para los que los acompañaron a los corruptos, en esta
carrera hacia la mutilación moral, más triste aun.
González Prada dice
en su discurso de 1888: "El Perú fue cuerpo vivo, expuesto sobre el mármol
de un anfiteatro, para sufrir las amputaciones de cirujanos que tenían ojos con
cataratas seniles y manos con temblores de paralítico".
Por eso los que
vivimos sufriendo en esta región de ahora, que tenemos a un oftalmólogo de Presidente,
debemos decir que el cirujano mismo adolece de cataratas, y que no hace de
médico, salvador de vidas, sino de diseccionador. Es el momento de decirle al
forense amputador y cohorte de carniceros, que nos creen cadáver:
"¡Estamos vivos!"
Pero el maestro
parece un vate si se aplica su discurso a la vieja San Marcos, que promete
renovación y juventud: critica a los diletantes, a los empíricos, a los
aficionados que presumen de omniscientes. Y dice: "Vimos… al médico
emprender obras de ingeniatura." Habla de nuestro lamentable presente: el
médico que quiere pasar a la historia como ingeniero urbanístico, aunque para
ello cercene y mutile, los escasos recursos, que en el futuro ya no habrán.
Otro viejo joven
maestro, Jorge Basadre, nos recuerda a los enemigos de esta sociedad,
consecuentemente de la vida disque democrática de esta región y los clasifica
en: los Podridos, los Congelados y los Incendiarios.
Los Podridos, que
prostituyen las instituciones publicas, en servicio de sus medros y propias
instituciones; aliados de otros podridos, que ocultan su mediocridad y senil
moral con compadrazgos, padrinazgos o compañerismos de secta política y que día
a día engordan sus cochinos bolsillos, que se vencen ante el carga montón de
monedas y billetes mal habidos.
Los Congelados,
encerrados en sí mismos, impasibles, indiferentes, imperturbables, los disques
dueños de la verdad.
Los Incendiados,
que se queman sin iluminar. Cada uno sabe lo que ha hecho y está haciendo en y
por la región. Su conciencia, si la hay, notificará a cada cual. Pero
preguntémonos quién es quién en nuestra región, no partir de lo que decimos o
escribimos, incluyendo el presente textito, sino a partir de lo que hemos hecho
y hacemos por ella.
Sobre todo la
mayoría de ciudadanos, qué en gran lección, y de manera espontánea, se ha
manifestado ya en contra de que la región Lima pueda ser una chacra, un páramo o una fogata,
de un grupo de ladrones y corsarios, disfrazados de autoridades. Solo hace
falta superar la espontaneidad. Parafraseando a Basadre, debemos decir que nuestro
pueblo no se pierda por la obra o la inacción de nosotros mismos.
El fin se acerca, avísenles…..
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