El tan previsible
como inevitable deterioro de la capacidad de todos nosotros con el paso de los
años, nos conlleva a determinar, las circunstancias que rodean la capacidad
legal, la autonomía personal o el otorgamiento de poderes que, en muchas
ocasiones, una persona que conserva, mantiene, dispone y administra tanto de su
persona como de sus bienes, pese a la edad avanzada y el frecuente deterioro fisiológico
y psicológico de su capacidad, no vendría a ser el adecuado.
La persona que acumula
tanta experiencia como años y esto último provoca algún déficit para gobernarse
y que no está incapacitado, pero sí mermado en sus cualidades y capacidades
físicas y mentales e, incluso, en algunos casos dependiente del cuidado de
terceros. Resulta que, jurídicamente, a la persona que se halla en estas
circunstancias no se le pueden imponer la realización de actos y/o el
seguimiento de conductas o comportamientos; pues, no lo olvidemos, mantiene su
libertad y su autonomía personal, junto con la totalidad de sus derechos,
plenamente efectivos y libres del influjo o de la intervención de terceros.
El problema, más
teórico que práctico, más legal que fáctico o viceversa, trae como
consecuencia, si esa persona administra una entidad del estado, en graves
consecuencias de capacidad y liderazgo.
RICARDO DOLORIER URBANO, del cual no dudamos su
experiencia, tiene 79 años de edad, y mientras muchas personas a esa edad responsablemente
se dedican a cuidar a sus nietos o a
disfrutar de un merecido descanso, este insiste en administrar un sector difícil
y para el cual se requiere de lucidez, habilidad y de gran esfuerzo intelectual
y físico, del cual es indudable, por los resultados hasta ahora, DOLORIER ya no
posee.
¿Pero porque se
insiste en este docente octogenario como director de la Drel, si las
consecuencias de su gestión en estos más de dos años, ha sido desastrosas y el
nivel de corrupción ha crecido desmesuradamente, en niveles nunca antes visto
en otras gestiones regionales?
La respuesta
podríamos encontrarla fácilmente, si observamos que su labor más que de director,
es de una figura decorativa, que sirve como pararrayos, para que otros mas
agazapados, hagan de las suyas en la Drel y las 9 ugeles.
¿Pero que impulsa
a una persona con años y experiencia como Dolorier, exponer su prestigio, para
que este sea vapuleado y pisoteado por la corrupción galopante en el sector
educativo?,
¿Qué intereses podría tener Dolorier para maltratar su apellido o experiencia avalando los actos de corrupción en las 9 ugeles?, en un próximo articulo probaremos como la proveedora que vendió las laptops sobrevaloradas a la Ugel 16 de Barranca, es la favorita en la Ugel 13 de Yayos,
¿Cómo una empresaria involucrada en una denuncia del OCI regional y de la Contraloría General de la Republica, que debería estar procesada junto con los corruptos de la Ugel de Barranca, al haberla perjudicado en 12,600 soles por la compra de 9 notebooks, sigue favoreciéndose en otra ugel?
¿Qué intereses podría tener Dolorier para maltratar su apellido o experiencia avalando los actos de corrupción en las 9 ugeles?, en un próximo articulo probaremos como la proveedora que vendió las laptops sobrevaloradas a la Ugel 16 de Barranca, es la favorita en la Ugel 13 de Yayos,
¿Cómo una empresaria involucrada en una denuncia del OCI regional y de la Contraloría General de la Republica, que debería estar procesada junto con los corruptos de la Ugel de Barranca, al haberla perjudicado en 12,600 soles por la compra de 9 notebooks, sigue favoreciéndose en otra ugel?
¿Acaso no sabe
Dolorier o no tiene verdaderamente el control para impedir el festín y los
robos en las ugeles de la región Lima?
Según los especialistas,
el paso de los años, se acaba convirtiendo en un caudal fabuloso de
experiencias y conocimiento que, lamentablemente, en muchas ocasiones, se
encuentra deteriorado porque la propia edad avanzada disminuye, paulatinamente,
las capacidades y las aptitudes del dueño de ese tesoro.
A los 79 años
DOLORIER, esta incapacitado moralmente para seguir siendo Director de la Drelp
y aunque no haya ley que lo impida, es ético y digno reconocer, que no solo que
se ha fracasado, sino que los sentidos ya no son normales, por el paso de los
años.
Pero mientras,
DOLORIER siga siendo útil para la corrupción en el gobierno regional, seguirá siendo director de la Drel y es que
para esta gestión regional, lo indispensables es ser “útil”, por no decir tonto
útil, para acceder a un cargo, sino que lo digan Beto Barba y otros, aunque parece que estos últimos, solo la pegan de tontos.
Estas líneas sólo
han de servir para recordar una cuestión importante; que, pese al paso de los
años, una persona conserva la totalidad de sus derechos y libertades y no tiene
limitación específica de la autonomía de su libérrima voluntad, excepto, claro
está, en casos como el de DOLORIER, porque su permanencia, solo aviva la llama
de la corrupción o de la mafia, como el
mismo la llamó, en la Drelp y las 9 ugeles.
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