En los últimos días
y a raíz de hechos trágicos que no son nuevos en Huacho, hemos observado diversos
puntos de vista de lacayos de la información, que solo tienen un solo objetivo:
la información sesgada y mal intencionada y por ende direccionada políticamente.
Obviamente por ser subjetiva no ofrece siquiera una pizca a la solución de la problemática
en cuanto a seguridad ciudadana.
Un tema
nacional
Primero que nada la
Seguridad Ciudadana se ha transformado en uno de los principales tema de la
agenda pública de los últimos 15 años. No obstante, los esfuerzos para el
diseño de programas y proyectos a nivel gubernamental, basados en la promoción
de la participación y la modernización de las instituciones de justicia no han
logrado disminuir la sensación de temor a ser víctima de un delito en el Perú.
Siendo de esta manera
un problema nacional. No solamente local. Se ha dicho hasta el hartazgo que la
seguridad ciudadana es una tarea de todos, del gobierno central, del gobierno
regional, de los gobiernos locales y que para enfrentarla es necesario
articular esfuerzos.
Ollanta Humala es
uno de los principales responsables, sin una política nacional clara y
contundente contra la delincuencia, nada ha contribuido hasta el momento para
darle solución a la misma.
Gobierno
regional sin brújula
En la región Lima,
el presidente regional Javier Alvarado, alejado de un plan regional de
seguridad ciudadana y buscando siendo protagonista y no parte de la problemática,
tampoco nada ha hecho.
Su Guardia Regional
en vez de ser una solución, es más bien un problema, pues los vehículos solo
sirven para trasladar a funcionarios y sus enseres personales, paneles publicitarios
y hasta para pasear al chofer y al efectivo policial que lo acompaña. ¿Solución?
NADA.
Para el colmo acaba de comprar 20
camionetas que divididas en las 9 provincias, resultan 2 camionetas por cada
ciudad principal y NADA para 128 distritos. ¿Tiene un plan, un proyecto? NADA. Y
es que no basta con comprar camionetas, para combatir a la delincuencia es
importante que las 9 provincias y 128 distritos de la región, estén articulados
en un plan regional de seguridad ciudadana y este no responda a actos aislados
de un presidente figuretti.
Ahora anuncia la
compra de DOS helicópteros; la compra de estos no significaron el fin de la delincuencia en el Callao y San
Juan de Lurigancho, sino el comienzo de otro problema, por lo costoso de su
mantenimiento operativo. El presidente del comité regional de seguridad
ciudadana (Alvarado) está más perdido que huevo en ceviche.
Buscando
chivos expiatorios en los alcaldes
Se ha pretendido
echar la culpa a los alcaldes provinciales, quienes ante el bajo presupuesto
que les asignan, comparados a los 400
millones de soles anuales que administra el gobierno regional, poco o nada
pueden hacer. Para el estudio y
aplicación de propuestas para enfrentar la inseguridad en las calles, es
necesario enfrentar el tema desde una visión integral que contemple las
realidades locales en sus etapas de diagnóstico, formulación e implementación.
Con un presupuesto
centralizado en el gobierno central y regional, que pueden hacer las municipalidades?.
Más aun cuando no es competencia de los alcaldes, las acciones represivas o de
control, siendo esta facultad solo de la policía nacional. Pero esta que puede
hacer si el Poder Judicial, con un código procesal penal garantista a favor de la
delincuencia, libera a los delincuentes en menos de lo que canta un gallo.
Opiniones
sesgadas que no contribuyen a nada
Ante este panorama
es francamente patético escuchar opiniones sesgadas y llenas de odio y
desconocimiento, que tienen una raíz política
profunda y que busca réditos para sus amigos, en pos de la aventura
electoral y en busca del sillón municipal. ¿Romel Ullilen, Santiago Cano o
Víctor Bazán, solo por mencionar a algunos son culpables del incremento de la
delincuencia y el nulo accionar de un plan nacional o regional contra la
inseguridad ciudadana?
Si el presidente
regional, a la vez el mandamás del comité regional de seguridad ciudadana, no
los convoca y aisladamente hace compras solo por gastar los millones de soles,
sin brújula ni dirección, ¿Qué pueden hacer los gobiernos locales? Y ni hablar
de Ollanta Humala.
Todos somos
seguridad ciudadana
Finalmente esto nos
permite señalar que la responsabilidad de la seguridad en nuestras ciudades ya
no es concebida como una exclusividad de la policía y el gobierno, sino que se
debe reconocer el rol protagónico de la comunidad, la que debe estar
incorporada activamente desde la generación de propuestas para la elaboración
de los lineamientos de las políticas públicas, hasta la promoción de la
participación y utilización adecuada de los espacios vecinales, a través de
planes integrales de desarrollo de inversión.
Payasos
y sabiondos en la fauna de la ignorancia
A veces escuchar a
los sabiondos y opinologos sobre este tema, no solo genera trastornos hepáticos,
sino una orgia de risas histéricas, por las bestialidades que hablan o escriben,
en la que en vez de contribuir, desinforman sesgada e interesadamente a la población.
Lamentablemente este tipo de personas las encontramos mayormente en los medios
de comunicación, afines a políticos fracasados. ¿Una marcha por la ciudad
evitara que la delincuencia siga en aumento?. NO. La seguridad ciudadana es sin
duda una tarea de todos. Regresamos.
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