La baja capacidad
de ejecución de la mayoría de las nuevas autoridades regionales genera zozobra.
A casi 2 meses para finalizar el 2019, muchos gobiernos regionales deberán
gastar a una velocidad notable para lograr cifras aceptables. El limitado gasto
hasta el momento deja entrever que será muy difícil, si es que no imposible,
que alcancen la meta de ejecutar el 100%.
Esta incapacidad
para invertir supone que muchos proyectos de inversión requeridos para mejorar
la calidad de vida —como mejoras en redes de agua y alcantarillado o en las
vías de transporte— están hoy paralizados.
Si los gobiernos
regionales no mejoran su ejecución, tendrán dificultades para convencer al
Ministerio de Economía y Finanzas de que pueden gestionar los montos que se les
asignan, lo que podría afectar la cantidad de dinero que se les asigne en el
2020.
Así están las
regiones:
Ucayali (60%),
Lambayeque (49%), Madre de Dios (46%), San Martín (42%), Apurímac (41%), Junín
(40%) Loreto (40%)
Huánuco (37%),
Pasco (37%), Moquegua (36%), Tacna (36%), Puno (35%), Cusco (35%), Arequipa
(34%), Ancash (32%), Amazonas (26%), Cajamarca (25%) Ayacucho (24%)
REGIÓN LIMA (23%)
Huancavelica (23%),
Tumbes (22%), Ica (22%), Pura (21%), Lima Municipalidad Metropolitana (20%), La
Libertad (20%) y Callao (9%).
Fuente: Ministerio
de Economía y Finanzas (MEF).
ALGO
MÁS
Esto se traduce en
un gasto de S/2,500 millones de los más de S/9,000 millones presupuestados. Sin
embargo, las diferencias entre las distintas regiones son considerables.
Regresamos con la II Parte, porque la paciencia es nuestra mejor virtud.
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