Voluntad política suele interpretarse como el deseo y la firme decisión de un gobernante de lograr determinados propósitos para lo cual no vacila, no escabulle esfuerzos para lograrlo ni protege a los corruptos. Es un término frágil, difuso en su conceptualización y subjetivo en sus alcances. Sin embargo, no todo es malo. Se dice con frecuencia que sin voluntad política no es posible alcanzar el objetivo de determinados aspectos o metas.
Ricardo Chavarría ha manifestado que
en su gestión no tiene cabida los deshonestos ni sinvergüenzas. Suena retorico,
pero ¿vale la pena la intención?. Pero, si los funcionarios, familiares, amigos
y grupos privilegiados actúan en contra de la ley y no se procede para regular
esas relaciones turbias entre lo bueno y lo malo, y la impunidad a favor de
quienes representan privilegios de todo tipo, es entonces cuando la
indiferencia a la corrupción, la prevaricación, el nepotismo y la inoperancia
de sus funcionarios lapida toda palabra.
Esta gestión debe dar muestras de
cambio, más que de voluntad política, se ha empezado cambiando al Gerente
General, y es positivo que el entrante no tiene los cuestionamientos del
antecesor y tiene recorrido y trayectoria que con el pasar de los días se
conocerá.
Pero, ¿tendrá el tiempo necesario
para mostrar su capacidad?; en esta gestión los cambios de gerentes y
directores (salvo los privilegiados como el de Minas y Turismo) es no solo una
constante, sino una mala costumbre.
Particularmente nos solicitaron
pruebas de las irregularidades que denunciamos día a día con elementos
probatorios, y así lo hicimos hace 3 semanas pensando que Chavarría más que
voluntad al cambio, tenía la semblanza más que la templanza de no perdonar a la
corrupción.
Pero por su negativa a investigar y
sancionar, desde el lunes mencionaremos a las personas que llevaron las
denuncias (2 en particular) y que Chavarría se habría negado a hacerlo, y es
que en política por acción u omisión eres responsable, a pesar de que cumplimos
en entregar los elementos indiciarios de corrupción.
Empezaron los cambios y nuevos
vientos se avecinan para mal o para bien, esperemos que sea por esto último.
Estar cerca de la vacancia o de múltiples denuncias penales deberían de servir
para reaccionar y reflexionar, que el poder es efímero y se va tan rápido como
llegó. La paciencia es nuestra mejor virtud.
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