Las bancadas de César Acuña y del partido fundado por Alberto Andrade fueron las que decidieron la vacancia de Martín Vizcarra. ¿Qué hubo detrás?
Hasta las 11 y 40 de la mañana de 9 de octubre, no había los votos para
vacar al presidente Martín Vizcarra. El titular del Congreso Manuel Merino lo
sabía muy bien y, por eso, accedió de inmediato al pedido del fujimorista
Diethell Columbus para mandar la sesión a un cuarto intermedio. “Creo que todos
necesitamos articular con nuestras bancadas antes de participar en el debate”,
dijo Columbus en el pleno. Se trataba de una confesión. La idea inicial de
Merino era cortar la sesión por 40 minutos, pero, al final, la extendió por más
de dos horas. En esos ciento veinte minutos hubo negociaciones y acomodos, que
terminaron por definir la salida de Vizcarra de la Presidencia de la República
y la asunción de Merino.
Cuando el pleno entró en receso, solo 67 congresistas habían confirmado
su apoyo a la vacancia de Vizcarra. El número no alcanzaba y se necesitaba
cosechar veinte votos más para llegar a los 87 que dictaba la Constitución. El
Frepap, Unión Por el Perú (UPP) y Podemos –menos Daniel Urresti, quien tiene
juego propio– eran las únicas bancadas que iban a votar en bloque. A las tres
las motivaban razones distintas. El Frepap es un grupo religioso que cree que
Vizcarra es un inmoral que no debía estar en la Presidencia. Por su parte, UPP
–manejada al alimón entre Antauro Humala y Édgar Alarcón– era la impulsora de
la vacancia. La bancada de Podemos estaba dividida hasta el viernes, pero el
pedido de prisión preventiva contra su líder, José Luna Gálvez, uniformizó las
opiniones.
En el Frente Amplio, Fuerza Popular, Acción Popular y Alianza Para el
Progreso (APP) la votación a favor de la vacancia de Vizcarra estaba dividida.
Merino no tenía certeza en el voto de esas bancadas. En el Fujimorismo, por
ejemplo, 10 estaban a favor de la vacancia y 5 se inclinaban por la abstención.
Acción Popular estaba dividida en dos, y lo mismo el Frente Amplio. En APP la
cosa era poco alentadora: solo dos parlamentarios comunicaron a Merino que iban
a contradecir la opinión que su líder César Acuña dio a El Comercio. Se trataba
de Omar Chehade y Carmen Omonte.
Del primer intento de vacancia contra Vizcarra, Merino aprendió dos
lecciones: no adelantarse a los hechos y ser cauto en las negociaciones. Esta
vez no llamó a ningún militar y tercerizó las negociaciones. Para esto último
tuvo a dos emisarios: sus vicepresidentes Luis Valdez y Guillermo Aliaga.
Valdez pertenece a APP y Aliaga a Somos Perú, y eran los mensajeros perfectos
para negociar votos al interior de sus grupos parlamentarios. Merino sabía que
con las adhesiones de APP y Somos Perú la vacancia de Vizcarra estaba más que
asegurada. A Valdez y Aliaga el encargo no les venía mal. Si Merino subía a
presidente, Valdez se quedaba a cargo del Congreso y Aliaga tomaba la primera
vicepresidencia.
La cosecha de votos de Merino en Somos Perú rindió frutos casi de
inmediato. El partido fundado por Alberto Andrade tiene nueve congresistas y,
desde que están en el Parlamento, casi siempre han votado en la línea del
gobierno de Martín Vizcarra. En la Plaza Bolívar, Somos Perú era conocida como
“la segunda bancada oficialista”. En el pedido de vacancia que afrontó Vizcarra
el pasado 18 de septiembre, por ejemplo, votó en bloque en contra. ¿Qué pasó en
el cuarto intermedio para que la bancada de Somos Perú cambie rápidamente de
parecer?
El Foco indagó al interior de la bancada y la respuesta fue unánime:
Merino les hizo llegar el mensaje de que no podían permitir que el presidente
Vizcarra utilicé en su defensa oral la lista de los 68 congresistas con
investigaciones en el Ministerio Público. En la lista, revelada por esta
plataforma periodística, había seis congresistas de Somos Perú. En el reportaje
se cuenta que, entre otras cosas, Guillermo Aliaga –vicepresidente del Congreso
y emisario de Merino– tiene 11 expedientes fiscales abiertos. El vocero Luis
Dioses, por su parte, aparece con 28 carpetas en el Ministerio Público.
Cuando Guillermo Aliaga comunicó a su bancada el mensaje de Merino, el
apoyo no demoró mucho en llegar. La bancada no había tomado una decisión y, por
la buena relación que tenían con Vizcarra, todo apuntaba que otra vez iban a
votar en rojo. La propuesta de Merino fue consultada también con Daniel
Salaverry, pero el hoy candidato presidencial de Somos Perú optó por mantenerse
al margen de la decisión. Salaverry llevaba dos semanas en cura de silencio y,
con Vizcarra vacado, recién se pronunció. “Soy candidato de partido, no de la
bancada. Lamento la decisión de algunos congresistas”, dijo ayer en una
entrevista con Latina.
Con el pleno nuevamente en marcha, Somos Perú no tardó en hacer público
la decisión que habían tomado en el cuarto intermedio. Merino le dio la palabra
al vocero Luis Dioses, quien se despachó con todo contra Vizcarra: “Es
lamentable que el presidente de la República aprovechándose del conflicto que
existe entre el equipo especial Lava Jato y los fiscales anticorrupción, no
acuda a las citaciones”. En su intervención, Dioses dijo que habían decidido
dar libertad para que cada congresista emita un “voto de conciencia”. Al final,
siete de ellos se inclinaron para que Vizcarra deje Palacio de Gobierno. Aliaga
había cumplido con creces el plan de Merino.
Conseguir los votos de APP no fue una tarea fácil para Merino ni Valdez.
Si para Somos Perú el mensaje era no permitir que se recurra a las
investigaciones en el Ministerio Público, para APP era que Vizcarra no
garantizaba unas elecciones límpias. Cuando Luis Valdez llevó el mensaje de
Merino a su bancada, la respuesta que recibió de algunos de sus compañeros fue:
“El presidente del partido ya ha dicho que no apoyaremos la vacancia”. El
último 31 de octubre César Acuña dio una entrevista a El Comercio, donde dijo
que él y su partido estaban en contra de sacar a Vizcarra de la Presidencia.
En el cuarto intermedio no hubo un acuerdo en APP. Por eso, luego del
receso, las intervenciones de los congresistas de APP apuntaban a toda
dirección. Unos estaban más indignados que otros. El vocero Fernando Meléndez,
el congresista con 88 investigaciones fiscales abiertas, fue uno de los que
pidió sumarse al pedido de Merino. En su intervención, Meléndez fue de los más
duros con Vizcarra: “Hoy tenemos que corregir la historia. Quedo al descubierto
que su gobierno es espurio, fruto de la mentira, de la conspiración, del engaño
y la traición”.
Cuando estaba por terminar el debate, el chat de Telegram de APP era un
hervidero. Meléndez, Valdez, Chehade y Omonte impulsaban la idea de votar a
favor, mientras que otros pedían no contradecir a César Acuña. Cuando, el
último 2 de noviembre, la moción de vacancia contra Vizcarra fue aprobada, APP
en bloque no la apoyó. En el momento en que se complicaban las conversaciones
en el chat de su bancada, Acuña publicó un mensaje de Twitter que dejó a varios
desconcertados: “Queremos garantizar la seguridad y tranquilidad de todos los
peruanos. En un eventual gobierno de APP, contaremos a 50 mil reservistas,
creando un programa para instruirlos con inteligencia policial”.
A las 6 y 48 de la tarde comenzó la votación de la vacancia y los
congresistas de APP —salvo Valdez, Chehade y Omonte— no respondieron al llamado
del locutor. La primera ronda terminó a las 7 y 14 y César Acuña seguía sin dar
una orden concreta a sus congresistas. En ese momento, faltando nueve
adhesiones para que se alcance los 87 votos, el vocero Meléndez comunicó que la
orden de Acuña era votar a favor. El segundo llamado a votación comenzó con
Humberto Acuña quien respondió: “A favor”. Lo que vino luego fue la lluvia
votos de APP contra Vizcarra.
Al final, Merino consiguió más votos de los que soñaba: 105. En APP, la
falta de coordinación ha dejado un clima tenso. Somos Perú, donde el voto
obedeció a un resentimiento contra Vizcarra, quedó partido en dos. Al cierre de
esta edición, tres congresistas de Somos Perú había renunciado a la bancada:
Betto Barrionuevo, Felicita Tocto y Mariano Yupanqui. Por: https://elfoco.pe/
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