Mientras
miles de pobladores corrían despavoridos por la presencia de rayos y relámpagos
en Barranca, y las fuertes lluvias ocasionaban decenas de casa inundadas, una
triste realidad mostraba la inexistencia de una política de prevención frente a
este tipo de desastres de la naturaleza.
Y es que
esta inusual lluvia torrencial en la provincia Barranca ha ocasionado cuantiosos daños materiales en viviendas y
locales públicos, por ejemplo el
hospital de Barranca y las postas
médicas se vieron afectados con inundaciones en sus instalaciones, a pesar del
inmenso presupuesto anual que tienen para prevenir estas contingencias.
Mientras
los bomberos y serenos de Barranca atendieron diversos llamados de emergencia,
la subprefecta, por temor a la lluvia,
no salía de su casa para coordinar acciones con otras autoridades, y el
alcalde provincial Ricardo Zender tímidamente salía a las calles solo para las
fotos.
En los
distritos fue peor, jamás se activaron las plataformas de Defensa Civil, los
alcaldes ni siquiera se asomaron a las calles, dejando todo en manos de los
serenos que ante la escasez de ayuda material, nada podían hacer.
Y ni
hablar del Gobierno Regional, allí funciona una banda desde la ex gestión de
Chui y que el actual Gobernador Regional aún mantiene, y en donde la ayuda de
Defensa Civil llega a “cualquier lugar”
menos a los damnificados. Mientras tanto todo seguirá igual. Regresamos.
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