Al inicio de la pandemia, Perú lideró rankings auspiciosos como el de los primeros países que impusieron restricciones y el de aquellos que destinaron mayores paquetes de ayuda para la gente afectada por la suspensión de la economía.
Pero meses después,
medios de todo el mundo empezaron a informar sobre las altas cifras de
contagios en Perú, las deficiencias de la cuarentena y la fuerte caída
económica que golpeaba al país.
Ahora, más de 9 meses
después, lideramos una de las clasificaciones tal vez más penosas: es el que
tiene la tasa de mortalidad por covid-19 más alta de los 20 países más afectados
por el virus, según la Universidad Johns Hopkins (Acumula 87,53 muertos por
cada 100.000 habitantes).
Sin embargo, pese a estas estadísticas del masivo aumento del covid19, más puede la ambición y la negligencia en la dirección regional de transporte para arriesgar todos los días la vida de cientos de personas que se amanecen en el frontis de esa entidad, deseosos de obtener sus licencias de conducir.
Y es que en las
largas colas auspiciadas por las mafias de brevetes no se respeta el
distanciamiento social establecido por las autoridades sanitarias, la atención
es lenta y curiosamente tal como mostraremos más adelante muchos postulantes
tienen “preferencias”, pues el mismo día que pasan el examen médico son
programados para el día siguiente, y oh sorpresa salen aprobados en sus
exámenes de reglas y manejo como por obra del espíritu santo, mientras otros
llevan días y días sin obtener siquiera la posibilidad de rendir sus exámenes.
El descontrol y la
desorganización han llegado a niveles escandalosos, que no se entiende como el
gobernador regional Ricardo Chavarría se hace el desentendido, convirtiéndose
en cómplice de la incapacidad y el aumento de muchas denuncias por la presunta
existencia de una mafia dentro de la misma dirección regional de transporte,
que se acrecienta con la presencia de trabajadores que antes fueron denunciados
por postulantes de vender fichas falsas a postulantes. La paciencia es nuestra
mejor virtud.
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