Arrogante,
desconfiado y con "un ego colosal". El estado emocional del Gobernador
Regional Nelson Chui es ya tema de preocupación. Y es que en otros de sus
arranques de soberbia y petulancia, este de un plumazo se le ocurrió plantear
la creación del “Departamento de la independencia”.
Y es que Chui no
representa la decisión de los pueblos de las 9 provincias, por lo tanto no
puede imponer su capricho de “disque virrey”, por más razones valederas que existan,
como es en el cambio de denominación de la región Lima, por el de región
“Independencia”.
A ver, acaso no hay
temas más importantes y prioritarios como resolver el problema de la
inseguridad ciudadana, combatir las muertes maternas, repotenciar los
hospitales, erradicar la corrupción el gobierno regional, o agua y desagüe, electrificación,
pistas y veredas, etc., para los pueblos olvidados, y eso pasa cuando abandonamos
a la población y se considera a la gestión pública, más como política que técnica.
Sus asesores y el
mismo Chui, nos dicen que el INEI ha
presentado datos estadísticos totalmente distorsionados de la realidad,
incluyendo la pobreza y pobreza extrema, que la cooperación internacional no
nos considera dentro de sus planes de inversión y algunos ministerios por
seguir la información distorsionada del INEI, no nos dan el presupuesto que
corresponde, ni nos incluyen en sus programas sociales. Falso de toda falsedad.
¿Acaso Mufarech,
Chui y Alvarado no han gobernado con los mismos indicadores?, ¿Qué repentino
arranque de eficiente le ha dado a Chui que quiere hacer lo que no hizo entre
el 2007 - 2010, cuando fue presidente regional?. Simplemente necesita el circo
como cortina de humo.
Chui dice ante el
reclamo de la población: "No hay presupuesto"...Cuando lo cierto, es
que, lo que no hay es capacidad”; si tanto le encanta cambiar de nombre, ¿Por qué
no cambia el suyo?, o mejor dicho por que NO aprende a gobernar.
Chui dice que solicita,
mejor dicho IMPONE, la nueva
denominación por la disparidad económica
y presupuestal que afecta a las 9 provincias al incluirlas en un todo junto a Lima
y el Callao.
¿Pero quien le ha
dicho que eso garantiza un mejor presupuesto público?, el problema es que la
Ley de canon minero nos condena porque no tenemos actividad minera importante y
segundo, porque el estado prioriza el pago de la deuda externa antes que la
inversión social. Así como “el hábito
no hace el monje”, de la misma manera el cambio de nombre no nos hará mejores,
sino la capacidad y el trabajo de todos nosotros, conjuntamente con nuestras autoridades.
¿Quiénes y cómo se
beneficiarán los habitantes de las 9 provincias, todos o determinados sectores,
clases sociales, etc?. Nelson Chui y su cortina de humo circense trata de
ocultar la impericia, incapacidad, incompetencia y las denuncias de corrupción
en el gobierno regional, y para eso echan mano del dinero del pueblo, para
movilizar mermeleros de la prensa e imprimir miles de revistas. Nos preguntamos: ¿Por
qué nos imponen sus caprichos así sea con buenas intenciones, y no nos
consultan siquiera el nombre que poner en el cambio?.
Finalmente para ser
beneficiados de los principales programas sociales del gobierno se tiene que
cumplir determinados requisitos para ser identificados como beneficiarios, que
no tiene nada que ver con el cambio de nombre de nuestra región.
Si no basta
leer la R.M. N° 399-2004-PCM, que establece el sistema de focalización de
hogares (SISFOH) para beneficiarse de dichos programas. Además de la RM N°
400-2004-PCM que aprueba el índice de asignación geográfica, la ficha socio
económica de la metodología del índice de focalización de hogares por cada tipo
de programa social, etc.
A veces el ego, la
petulancia y la soberbia no son buenas consejeras señor Nelson Chui. Regresamos.
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