Las elecciones
presidenciales y congresales del día domingo 10 de abril, nos dejan una lectura
interesante del panorama que pasará en los próximos 5 años.
PRIMERO: La segunda vuelta
es ya una realidad entre keiko y PPK. Aunque es lo más probable que el
fujimorismo pierda y nuevamente se queden con las ganas de gobernar.
SEGUNDO: Los votos conseguidos por Verónica Mendoza
es una seria advertencia a los políticos de centro de derecha; es la protesta
de un sector de ciudadanos que no les ha llegado el crecimiento económico.
TERCERO: En la región Lima la elección de
congresista estuvo marcada por el arrastre de keiko Fujimori, pues los
virtuales electos como Melgar, Alcalá o la Andrade, no marcan la diferencia
política en la región, y solo será los corderitos de keiko en el congreso.
CUARTO: Esta mala elección por parte del
electorado, impedirá la promulgación de leyes a favor de la región Lima. Solo
basta mostrar el trabajo de Melgar y la Tang en los últimos 5 años: NO HICIERON
NADA.
QUINTO: La disputa entre los candidatos de PPK por
el tercer escaño es voto a voto.
Aldo Lombardi fue
víctima de mucha guerra sucia en los últimos días. Desesperados Beto Barba,
Eddie Jara y Nelson Chui usaron toda la maquinaria estatal para impedir que
triunfe en Huacho, y aunque aparentemente lo lograron, creo que la diferencia
debería de preocuparles pues ellos creían que Huacho era su chacra.
SEXTO: En las próximas
horas se conocerá la cantidad de congresistas que nos representaran en el
congreso, los fujimoristas saben que podrían ser solo 2 y no 3. Basta revisar
las elecciones pasadas.
SÉPTIMO: Consideramos que
ALDO LOMBARDI fue el ganador en estas elecciones.
Levantó a un
partido nuevo como Peruanos Por el Kambio en las 9 provincias de la región, y
tuvo que hace incluso doble campaña electoral: la Presidencial y la congresal
suya. Vaya responsabilidad que la cumplió, pues PPK ya está en segunda vuelta.
OCTAVO: Los derrotados fueron Chui, Jara y Barba,
pues Huacho no respaldó categóricamente a su candidato, a pesar del millonario
esfuerzo estatal.
Han perdido fuerza
y lo más probable es que lo sigan perdiendo en los próximos meses, por tener
gestiones con profundas brechas de corrupción. Apostamos.
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