Lo que pasa con los
consorcios estafadores y gobiernos regionales blandengues, permiten que el
estado pague sobre costos por las obras, y si estas paralizan las obras no les
aplican las penalidades, o menos les rescinden
contratos, estos sinvergüenzas van a LAUDO ARBITRAL y allí los funcionarios se
hacen los locos en los plazos -previo arreglo- y pierden como es el caso de CONSORCIO
VIAL HUAROCHIRÍ
PERJUICIO
PARA EL PUEBLO
El actual Gerente
General del Gobierno Regional de Lima, médico JORGE
NÚÑEZ
y el abogado ERICK GUIZADO MOSCOSO,
procurador Ad Hoc en asuntos de conciliación y arbitrajes, consintieron un
arbitraje a favor del Consorcio Vial Huarochirí, sobre la obra pública “REHABILITACIÓN DE LA CARRETERA SANTA
EULALIA- LUCMA SECA, DISTRITO DE SANTA ELULALIA- HUAROCHIRI- LIMA”,
perjudicando a los recursos del Gobierno Regional de Lima, originando que se
pague a favor del contratista más de S/.340, 000 soles, sólo en gastos
generales, aparte de pagos de montos adicionales de obra, que superan EL MILLÓN DE SOLES.
La negligencia
administrativa que se configura es un presunto acto de corrupción para
beneficiar a un contratista y perjudicar al Gobierno Regional de Lima,
institución en la que trabajan los mencionados funcionarios.
NEGLIGENCIA
O AMARRE?
Con fecha 22 de
febrero del 2017 habiéndose notificado al Gobierno Regional de Lima el laudo
arbitral (resolución del arbitraje del organismo supervisor de contrataciones
del estado “OSCE”), a favor del consorcio contratista de la obra, el procurador
Erick Guizado, remitió informe sobre el
particular al gerente general Jorge Nuñez,
y este NO ORDENÓ la impugnación del laudo arbitral, dejando que se
venzan los plazos, y consintiendo el perjuicio al Gobierno Regional de Lima.
Es evidente, que
estos dos funcionarios, con este accionar, están perjudicando enormemente a los
recursos económicos DEL ESTADO a través del Gobierno Regional de Lima.
Allí una muestra que
el gobierno regional no tiene
funcionarios eficientes, como el
medico Jorge “coco” Núñez a quien en ese cargo le queda inmensamente grande, pero
quien no tiene perdón es el procurador, ya
que con su actitud dolosa favorecen los
intereses de los contratistas, convirtiéndose en cuasi abogados de los
contratistas -Consorcio Vial Huarochirí- que le ganan los procesos al Gobierno
Regional de Lima.
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