Se prepararon por
varias semanas. Pensaban hacer de la inauguración un show circense con payasos
y bufones. Todo estaba listo, el escenario, los payasos, los peones y hasta la
prensa mermelera.
Nelson Chui “borrachito
de poder” creyendo seguramente que ese poder es eterno no escatimaba en
detalles. Pensaba pasar a la historia con el esfuerzo de otros. A su lado el
alcalde provincial Elgar Marreros solo confirmaba lo aprovechador y
sinvergüenza que es.
Desde temprano
todos los trabajadores del GORE llegaron
al coliseo cerrado. Para evitar errores e intrusos imprimieron miles de
entradas numeradas que ya habían repartido previamente días antes a sus
simpatizantes.
Para barajarla y a
última hora cursaron invitación a uno de
los gestores de la mega obra: Javier Alvarado, pero se olvidaron, quizás
presionado por el inefable Marreros, de invitar al ex alcalde Romel Ullilen.
Imperdonable desprecio porque Ullilen fue hasta hace poco militante de “LA FAMILIA” y alcalde por 3 veces en esta provincia.
Y llegó el
día. Se notó la desorganización, fue
notaria también la improvisación. Es la primera vez que fuimos testigo que un
director regional de salud la haga de PORTERO y BOLETERO a la vez. Era patético
verlo correr por todos lados con boleto en mano, buscando protagonismo barato.
Quería ser la vedett, pero terminaba dando risa el Palomo de la DIRESA.
Luego asustados
porque el coliseo estaba vacío, y sus invitaciones no habían dado la súper
asistencia como pensaban, tuvieron que abrir las puertas del coliseo. Lo peor
vino después. Antes y de forma inteligente Javier Alvarado había toreado el
desprecio. Silencioso se fue a sentar a la tribuna acompañado de sus
simpatizantes.
Cuando hizo uso de
la palabra Mercedes Araoz decenas de docentes en huelga empezaron a protestar.
Solo se escuchaba la bulla, y la congresista tuvo que ceder el micrófono a Chui
y luego a Marreros. Y fue mala decisión porque estos totalmente desacreditados
e impopulares solo recibieron rechiflas e insultos por parte de los asistentes.
Un caos total.
En la tribuna, y
aunque usted no lo crea, Javier Alvarado se habrá reído quizás de la
improvisación chuista. Pues los que pensaban hacer una gran campaña
proselitista (porque hasta banderolas del color del movimiento de Chui habían
puesto) no les quedó otra que cortar la “ceremonia”.
Que tal rochesaso
para el olvido. Fueron por lana y salieron trasquilados. Barranca les impidió que un acto público, se
convierta en un circo electoral con mala leche. Para la próxima será señor
Chui.
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