Desde que asumió el
cargo Jorge Velásquez Reto como director administrativo del Hospital Rezola de
Cañete, viene cometiendo una serie de irregularidades directamente vinculados a
las compras de bienes y servicios, trasgrediendo las normas vigentes de
adquisiciones del estado.
Casi toda la
totalidad de adquisición de insumos de laboratorio han sido compras directas y fraccionadas,
es decir sin procesos de selección, violando el artículo 19° de la Ley de
contrataciones del estado y el art. 20° de su reglamento, favoreciendo a proveedores
muy conocidos desde la anterior gestión (2007-2010) cuando el también fuera administrador
y obviamente buscando beneficiarse a costa de los recursos del estado.
Para perpetrar
estas supuestas fechorías ha puesto como jefe de logística a John Apolinario
Santos, según dicen protegido por el gerente General del GORE y compadre de Miguel Sotelo, dizque
influyente dirigente del movimiento LA FAMILIA de Cañete.
Por otra parte,
utilizando su cargo a puesto como jefe de laboratorio del Hospital a la tecnóloga
Roxana Granados con quien le uniría una relación sentimental.
Por estos estos hechos,
se estaría configurándose un claro fraccionamiento y por ende la comisión de
varios presuntos delitos como cohecho pasivo propio e impropio, negociación incompatible
y aprovechamiento del cargo, enriquecimiento ilícito, colusión, entre otros.
Obviamente, los muy
“cómodos” Consejeros regionales” no dicen “esta boca es mía”, y callan, en
abierta complicidad con los que mal gobiernan el Hospital Rezola, siendo solo
unos émulos patéticos de la “fiscalización interesada”.
COMPRAS
DIRECTAS SIN PROCESO DE SELECCIÓN (FRACCIONAMIENTO)
Estas compras debieron
realizarse en un solo proceso de selección, y no descarta que exista sobre valoración;
y obviamente a un solo proveedor.
Según nuestras
fuentes, en lo que respecta a la contratación de servicios (mantenimiento de vehículos
con talleres fantasmas que no tendrían RUC, reparaciones de los servicios de
UCI, Neoanatal, mantenimientos del local del hospital, contratación de
personal, etc), también se realiza de forma directa sin ningún proceso de selección,
la mayoría otorgado al famoso MIGUEL SOTELO.
Es patéticamente increíble
la pasiva y extraña actitud del director ejecutivo Leonardo Budd Yacila, quien
todos los días viaja a Lima a partir de las 13 horas y no realiza ninguna acción
de fiscalización, y además que este nosocomio tiene a un jefe de OCI
supuestamente avalado por la Contraloría General de la Republica, tampoco hace
ninguna acción de control.
Es imperiosa la intervención
del OCI del gobierno regional (aunque no
con muchas esperanzas de control), para evitar el supuesto saqueo de los
recursos del Hospital Rezola, atentando los recursos del pueblo y poniendo en peligro
la atención de miles de pacientes de condiciones sociales y económicas precarias
y del personal que labora, muchos de ellos con sueldos entre S/. 600 y S/. 800
soles.
Por supuesto,
pedirle al sinvergüenza director de la DIRESA Félix Palomo, que intervenga es
pedir peras al olmo, a pesar de que se llena la boca diciendo que “lucha contra
la corrupción”, este está más preocupado en complacer a su padrino Mufarech; Palomo es una
rémora y un estorbo en el gobierno regional. (Del cual nos ocuparemos esta
semana).
Finalmente, el
pueblo de Cañete espera que el gobernador regional (ya que no tenemos ni
director de la DIRESA y menos Consejo Regional), cumpla su palabra empeñada en
campaña electoral, de moralización y cero corrupción, y que los seudos gerentes
y dirigentes de su movimiento político, no se sigan llenándose los bolsillos
impunemente. Regresamos.
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