El último fin de semana los
medios de la Derecha Bruta y Achorada (DBA) presentaron como “sorpresa” al candidato Julio Guzmán de la agrupación
política “Todos por el Perú”. Días antes ya lo
habían calificado como “el rey del Facebook” o “el candidato de las
redes”, fabricando así, como quien no quiere la cosa, una intención de votos
que milagrosamente pasó de “otros” a un 5 % individual, dejando más
dinosaurio que nunca a Toledo.
Cuando se da mucha
tribuna y un trato casi lisonjero a un
político y éste trato lo dan los medios de este país, sí que hay que
preocuparse y ponerse a buen recaudo. Pues veamos quién es el tan mentado
personaje.
Julio Armando Guzmán Cáceres,
limeño de 45 años, perteneciente a una acomodada familia limeña, por lo
menos su ambiente académico así los
demuestra: Estudió secundaria en la Recoleta, Economía en la PUCP, un Doctorado
en Georgetown y un PhD en Maryland. Además de ser socio de la firma Deloit y
Toueche. En resumen un tecnócrata a carta cabal, con nacionalidad peruana
aunque de alma yanqui.
Se declara OUTSIDER con una
desfachatez solo comparable con la que tiene Alan cuando habla de corrupción.
Habrá que recordar que “este nuevo rostro de la política” ha sido parte de sistema. Su padre fue regidor de Lima por Acción Popular.
Y él mismo Guzmán ha sido Viceministro de MYPES y Secretario de la Presidencia
del Consejo de Ministro del actual gobierno. Su plancha presidencial tampoco
goza de novedad. Tenemos en la segunda vicepresidencia a Carolina Lizárraga que
estuvo muy relacionado al gobierno de García, el Presidente de los narcos.
Aún y todo esto, quiere
presentarse como un nuevo rostro y acusa a los demás candidatos de ser
DINOSAURIOS calcando los calificativos que usa PODEMOS en España.
Guzmán es un representante del
imperialismo, defensor del modelo neoliberal. Su pasó por el BID en diseño de políticas públicas lo ha
marcado, lo tiñe aún más su apoyo a la Alianza del Pacífico. Recodemos su apoyo
a la LEY PULPÍN.
Y si escuchas con atención
algunas de sus propuestas nos llenaremos de espanto.
Propone por ejemplo “impulsar
la implicación de trámites”, eliminar lo que las hienas capitalistas llaman
“tramitología”. Esto sería, a fin de cuentas, eliminar las fiscalizaciones en
las contrataciones con el estado. Ya imagino cuántos faenones y honorarios de
éxitos se lograrían. Don Rómulo y Bieto deben estar más felices que nunca.
En relación a la salud
propone un esquema mixto para el SIS, lo que en buen castellano quiero decir
que nosotros los usuarios debemos pagar junto con el empleador y el estado
nuestros servicios de salud. Habla, además constantemente del emprendedurismo.
Visto de esta manera, es claro
que representa al modelo que rinde culto al dinero y menosprecia al ser humano.
Representa a los grupos de poder. Es un candidato a la medida de nuestra
asustadiza derecha que sirve para evitar el despegue de cualquier
candidato de los llamados “pitufos” que
pueda cuestionar el sistema. La DBA no quiere volver a sentir la amenaza
fantasma del 2011 que tuvo con Humala. Guzmán es de los suyos. Es su cuarta
espada. Así llame a los otros candidatos DINOSAURIOS él es parte del
establishment. Es, en realidad, utilizando su propio lenguaje UN TIRANOSAURIO
BEBÉ.
Sin embargo, lo que más me preocupa
es su posición con respecto a Israel. Aquel estado canalla, genocida y racista
que causa dolor por años al pueblo Palestino. Quizá refleje la influencia de su
esposa norteamericana -judía Michelle.
Chibolos pulpines están
advertidos. Dejemos el absurdo apoyo en las redes, la emoción cojuda y los
likes inconscientes para esta tecnócrata del jurásico.
Es cierto que hay candidatos
como cancha, corruptos como cancha, con plata como cancha. Pero la pelota está
en tu cancha.
Por un voto informado. Pues eso.
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