Es inaudito que las
autoridades retrocedan en sus pretensiones después de dar el permiso para el funcionamiento
de lupanares y burdeles.
El caso del alcalde
Eddie Jara, del distrito de Hualmay es patético y lo muestra con una autoridad
muy calculadora y protectora de malos funcionarios.
Después de
autorizar el funcionamiento del lenocinio Kamasutra, el alcalde y regidores, decidieron
en sesión de consejo dar marcha atrás y dejar sin efecto la respectiva autorización
firmada por los funcionarios de esta municipalidad.
RESOLUCIÓN GERENCIAL
La resolución gerencial
Nº 600 (Nulo el trámite que dice que hay 2 expedientes), firmada por el gerente
municipal Daniel Changana, demuestra también que ha existido complicidad por
parte de funcionarios, que arrastrará responsabilidad administrativa y que
finalmente estamos convencidos el Poder Judicial terminara dándole la razón al
dueño del prostíbulo, pues ha pagado todos los derechos y tasas municipales correspondientes,
otorgándole un derecho que no puede ser atropellado por los regidores.
Este supuesto
prostíbulo, en dicho distrito, que iba a
funcionar a la altura del complejo La Hoyada, tiene ya un derecho administrativo
ganado, pues ante el silencio de la municipalidad, siguió invirtiendo en la construcción
del supuesto lupanar y que al obtener certificados ya obtuvo un derecho, por el
silencio administrativo, por lo tanto ya tiene legitimidad para obrar, pues
oportunamente (alcalde y regidores) nadie dijo nada.
CÓMODA COMISIÓN INVESTIGADORA
Este caso es gravísimo
y no basta con formar una cómoda e interesada comisión investigadora, sino el
alcalde debió de destituir, sino tiene responsabilidad e interés alguno en el
funcionamiento del burdel, al gerente municipal Daniel Changana de forma
inmediata.
Esto no hace más
que despertar sospechas de que el alcalde y los regidores si tenían conocimiento del funcionamiento del
Kamasutra huachano, pues es imposible que desconozca lo que firma su gerente municipal.
Declarar nulo el trámite,
solo demuestra abuso de autoridad del alcalde y regidores, pues existen
derechos ciudadanos que están atropellando impunemente, en contra del
empresario.
El alcalde Eddie
Jara Salazar debería de ser el primer fiscalizador de la labor de sus
funcionarios de confianza y no
manifestar desconocimiento de lo que hacen ellos. Evidencia también que no existe
un plan de control y de fiscalización y
menos un plan de desarrollo urbano y libremente entregan resoluciones de autorización
de construcción y funcionamiento, a diestra y siniestra, así sea un lenocinio.
Lo grave es que recién
se dan cuenta, a pesar de que se ha construido la infraestructura en donde se instalaría
ese negocio, que un lenocinio no era bienvenido en Hualmay.
HAY 2 EXPEDIENTES. EMPRESARIO YA PAGO
La resolución asimismo
desnuda que existen 2 expedientes, con el mismo número de registro, presentados
en la misma hora, etc. A favor del empresario lo que es una prueba más que hay
funcionarios corruptos en esa municipalidad.
El empresario ya
pagó la suma de S/. 6,916 nuevos soles, por la licencia correspondiente, lo que
prueba además que existió complicidad dentro de la misma municipalidad. Lo curioso
es que se ha reconocido que hasta se han perdido los documentos del expediente
como inspección de defensa civil, etc, una prueba más de corrupción de
funcionarios, que podría arrastrar denuncias hasta por el presunto delito de peculado
y otros.
La municipalidad no
puede negar lo actuado, por lo que solo ha suspendido la construcción de dicha
infraestructura, lo que también demuestra que se avecina una lucha judicial que
perjudicara al final económicamente a la municipalidad distrital de Hualmay.
FESTÍN ADMINISTRATIVO
El festín administrativo
de la actual gestión municipal es una vergüenza y evidencia que es justo y
necesario la destitución del gerente municipal, Daniel Changana, que para
variar es el engreído del alcalde Eddie Jara Salazar, el mismo que ahora se
quiere lavar las manos.
La culpa también es
de los regidores que no justifican las dietas que ganan y que no justifican con
su labor fiscalizadora, como estas flagrantes irregularidades que intenta
beneficiar para el funcionamiento del burdel en Hualmay. Con una denuncia penal
y casi segura sentencia por el presunto delito de abuso de autoridad, el
alcalde y regidores podrían estar muy cerquita a la calle.
Transgredir la norma,
cobrar indebidamente, perder documentos, etc, son hechos no casuales ni
fortuitos, sino responden a un interés extraño, que pronto podremos conocer.
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