Parece que la
solicitud de vacancia ha puesto muy nerviosa a la alcaldesa cañetana María
Montoya y a sus acólitos empeñados a mantener el status qou de una gestión desastrosa
y dispendiosa de la plata del pueblo y no habrían escatimado recursos para crear
una cortina de humo a fin desviar la información de su casi seguro desafuero.
La protagonista de esta nueva telenovela chola es
la Gerente de Servicios Públicos Gloria Padilla, gente de mucha confianza de
María Montoya, quien ha hecho una escalofriante denuncia que en el camal de
Cañete, se estarían traficando con reses muertas para que estas sean introducidas
al mercado como aptas para el consumo humano.
En este hecho se ha
pretendido involucrar directamente al Veterinario del Camal, Luís Antonio
Revilla Seminario, quien sería el personaje principal involucrado en este caso,
presentándolo como el culpable del figurado atentado contra la salud pública.
Justamente este
profesional era quien venía realizando cambios y mejoras en este camal. La denuncia
indica asimismo que se ha rehusado a entregar el informe solicitado por la
amiga de María Montoya, en la que presuntamente se le exigía justificar el
ingreso de ganado muerto al camal municipal.
Esta falsa denuncia
no sería más que una bien maquinada estrategia con falsos testigos y otros, con
la única intención de evitar que la población se entere del pedido de vacancia
de esta mal alcaldesa y del despilfarro económico en pagos y caprichos de la
misma, funcionarios y trabajadores de la comuna que ganan 16 sueldos
millonarios al año.
María Montoya es un
peligro como administradora del dinero de los cañetanos y aunque haya un enorme
esfuerzo de sus felipillos y adulones, la verdad es contundente y prueba que
esta alcaldesa no meceré seguir en la municipalidad provincial de Cañete.
Lo lamentable es
que para ejecutar esta cortina de humo, se tenga que manchar honras de
profesionales, denunciándolos falsamente y perjudicándolos profesionalmente,
mostrando que para tratar de salvarla, los acólitos y comechados que rodean a
esta mala autoridad no tienen escrúpulos ni compasión con nadie.
Regresamos con la
II Parte.
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