Solo basta ingresar
a las oficinas del Gobierno Regional para darnos cuenta de la desastrosa labor
de Javier Alvarado. El daño es incuantificable y sobre todo devastador.
Como pueden decir
que durante 3 años ocuparon el primer lugar en inversión, cuando la realidad es
otra, a no ser que hayan ejecutado las obras en Marte o cualquier otro planeta
de la galaxia.
Uno de los más
claros ejemplos es la oficina de prensa del GORE. Días antes que se ejecute la
transferencia a la nueva gestión, se produjo un extraño robo en la que modernos
y costosos equipos desaparecieron como por arte de magia.
Lo paradójico es
que las puertas no fueron fracturadas y el o los ladrones no solo tuvieron las
llaves de las puertas, sino que tuvieron todo el tiempo que quisieron para esquilmar
la oficina y cargar todo en un vehículo que presumiblemente los esperaban en la
puerta.
Los ladrones
cargaron con todo, hasta con el papel higiénico. Estuvieron todo el tiempo que quisieron
y hasta se dieron el lujo de cambiar los quipos por otros viejos. Las computadoras
fueron destrozadas, los discos duros desaparecidos y sobre todo todos los
archivos borrados. No había siquiera un papel bond.
Los toros habían barrido
con todo. Luego aparecieron culpando del robo a ladrones desconocidos y haciendo
una fingida denuncia a la PNP. En el colmo de la sinvergüencería no pudieron
explicar cómo ingresaron los ladrones, si las puertas no estaban violentadas.
Modernas Cámaras fotográficas,
filmadoras, equipos de audio y video y hasta modernas computadoras de última
generación, para edición habían sido desaparecidas
y hasta la fecha, su destino es desconocido.
Todo fue comprado con
la plata del pueblo y ahora para reponerlos, la gestión de Chui deberá hacer lo
mismo. Javier Alvarado fue peor que un huracán. El perjuicio de su gestión es
irrecuperable. 4 años perdidos y hasta el final se fueron robando. Regresamos.
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