La municipalidad distrital
de Santa María que el día sábado pasado afrentara al pueblo huachano, echando
por los suelos los símbolos que
representaba a Huacho como ciudad hospitalaria, se salió con su gusto.
Hoy en horas de la mañana
el alcalde Juan Carlos García acompañado de más de 300 personas y con maquinaria
pesada, termino de tumbar lo que aun quedaba en pie, a vista y paciencia de
todos los huachanos y de los propios gerentes de la municipalidad provincial de
Huaura.
Ni siquiera el
consejero regional Marcial Palomino, que en reiteradas veces ha dicho “amar a
Huacho” se hizo presente. Vecinos del lugar también informaron que el gobierno
regional también se había hecho presente con cerca de 100 personas reforzando
al alcalde García Romero de Santa María.
Este abuso y
atropello demuestra que la fuerza vence a la razón cuando sus propios hijos lo
periten, pues ninguno de los que dicen “amar a Huacho” se hizo presente,
siquiera para expresar su rechazo ante este abuso.
Lo indignante es
que pesar de que la obra de “la construcción del ovalo de Huacho” la ejecuta la
empresa Consorcio Líder, fue la propia municipalidad de Santa María a través de
su gerente de obras Víctor Paredes, la que alquilara la maquinaria pesada para
tan grande atropello en contra del
pueblo huachano. ¿Acaso ya no hay presupuesto?
Lo cierto es que
una vez mas la fuerza se impuso, por lo que los verdaderos huachanos solo les
queda lamentarse.
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