Un numeroso grupo
de manifestantes provenientes de 18 asentamientos humanos de Santa Eulalia
cerraron la Carretera Central a la altura del cruce de Chosica y Ricardo Palma
reclamando por el anuncio del Municipio del alza del costo del agua potable de
4 a 7 soles.
Según informaron
los propios pobladores la protesta inició en el Palacio Municipal de Santa
Eulalia, donde el alcalde David Sánchez los sindicó de “matones”, “extraños”,
“delincuentes” y “ladrones” negándose a escuchar sus reclamos, por lo que se
vieron obligados a bloquear el tránsito vehicular por más de 2 horas, causando
una larga congestión.
Los protestantes,
liderados por sus respectivos presidentes vecinales, reclamaban por una medida
que les parecía totalmente injusta y contra el bienestar popular.
EL AGUA ES DEL PUEBLO
“El alcalde no sabe
que para tener agua nosotros hemos trabajado muy duro, hemos construido todo el
canal, los tubos, miles de faenas y vecinos han trabajado para que no nos falte
el agua, y ahora quiere subirnos el precio, y hasta se habla de medidores, de
penalidad por regar con agua potable, y cosas que atentan contra el esfuerzo de
tantos vecinos” declara una señora mayor, que asegura vivir en Santa Eulalia
hace más de 40 años, “cuando lavaban ropa con agua de la sequia”
Un fuerte
contingente policial llegó hasta el lugar de la manifestación para impedir que
los manifestantes avancen, así también el gobernador de Santa Eulalia se hizo
presente invocando a los pobladores a retirarse, sin embargo no lo lograron
hasta la 1 de la tarde, cuando se firmó un acta donde se dejó constancia de la
disposición de los vecinos al diálogo, pero de la poca voluntad de las
autoridades ediles, además se confirmó la demanda de derogatoria del aumento de
la tarifa del agua (publicada el 4 de febrero en el diario oficial El Peruano).
Mientras que el cobarde alcalde David Sánchez, de
desastrosa labor en este distrito corrió a refugiarse en la comisaria, ante la persecución
airada de los vecinos que querían lincharlo por sinvergüenza.
Los dirigentes de
las llamadas “18 comunidades del agua” citaron para este domingo a una asamblea
comunal de todos los habitantes del valle de Santa Eulalia, para decidir las
siguientes medidas a adoptar, pero reafirmaron que seguirán en pie de lucha
mientras no oigan sus reclamos.
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