Cuando se trata de denunciar
se debe hacer con medios probatorios. En nuestro medio de comunicación nos
preocupamos siempre en eso, porque el periodismo jamás debe perder la
objetividad y la credibilidad.
Y ahora que el
‘amarillismo’ rentable quiere ponerse de moda con la mermelada del sector
público es importante marcar distancia. Y eso pasa porque algunos medios
informativos han depositado su confianza en la venta del escándalo convirtiéndose en marionetas del dinero y del poder de la corrupción.
DESBARATANDO
LA SUBJETIVIDAD
Se habla hasta al
hartazgo del supuesto accionar delictuoso del chofer del alcalde provincial de
Huaura Beto Barba. Se dice de todo y no se prueba nada y sin ánimos de defender
a este sujeto, nos parece increíble que se pretenda ensuciar a una gestión, aludiendo
murmuraciones delincuenciales en el accionar diario del alcalde y su chofer.
Que es mala junta o no,
es decisión de Beto Barba. Nuestro consejo es que no se debe murmurar porque nos
da la gana, sino procurar tener las pruebas correspondientes con la finalidad
de expresar con contundencia nuestras denuncias.
Cuando se murmura de
mala leche, solo se busca alargar la mano por unas pocas monedas. A ver quién
da más? Cuando nos estigmatizan con una acción que como consecuencia de nuestra
denuncia ocasiona, no queda otra que afirmar, que alargaron ya la mano por unos
pesos. En fin, es su habitad, su forma de vida. No aspiran a más.
Por eso cada vez que
quieran callarnos, sabremos que estamos jodiendo, que duele. Hemos dicho. Caso
cerrado.
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