El Alcalde Provincial de Barranca Elgar Marreros triunfador en las últimas elecciones por la presencia sospechosa
de miles de golondrinos en los distritos de la provincia de Barranca, divaga en
medio de cuestionamientos sobre su política de gobierno. Cuestionado por la
presencia en los actos de su gestión de sus familiares como su hermano y su
hijo, Marreros ha convertido en menos de 2 meses de gestión a esta provincia en casi ingobernable.
El caos vehicular y
la presencia de ambulantes, así como la el incremento de la delincuencia, han
logrado que el tema de inseguridad ciudadana se convierte en su peor enemigo. Mientras él se divertía
en su figurada semana turística, la delincuencia asaltaba y asesinaba
impunemente. Asimismo sus promocionados conciertos musicales convirtieron en
basural las playas de Barranca, generando un foco infeccioso y contaminando las
mismas.
Marreros se equivoca
en su estrategia política, pues aun continua con su discurso electorero,
que ha convertido a Barranca en tierra de nadie. Este sujeto piensa que
gobernar es premiar a sus amigos, contratando incluso a la enamorado de su hijo
como jefa de la gerencia de turismo de la municipalidad.
Según los vecinos
su hijo Obeb se entromete en sus gestión, así como su hermano y allegados que están
repartidos en las municipalidades de Paramonga, Pativilca y Supe, convirtiendo
a estas en una red de gestión pública, alejada de los intereses de los vecinos
de estas localidades.
Este mal alcalde
que tuvo el atrevimiento de decir que con la llegada de 200 policías se
solucionaba el problema de la inseguridad ciudadana, ha tenido que esconder la
cabeza ante el incremento delincuencial en Barranca.
Así por ejemplo, mientras él se divertía en la plaza de armas, un joven era asesinado por sicarios a media cuadra de la municipalidad y a 3 del lugar en la que se encontraba.
Así por ejemplo, mientras él se divertía en la plaza de armas, un joven era asesinado por sicarios a media cuadra de la municipalidad y a 3 del lugar en la que se encontraba.
Lo increíble es que
ni el serenazgo ni la ambulancia del SAMU, que estaban también en la Plaza de
armas, llegaron al lugar de los hechos, con la prontitud requerida sino luego
de 1 hora de sucedido el crimen. Regresamos con los difamadores de Chepen y el festín de los 5 millones de soles.
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