Estaba cantado. La población pativilcana cansada del
alto índice de corrupción, en la que se había convertido la municipalidad
distrital de Pativilca, determino en las urnas revocar al alcalde Uldarico
Castillo.
En los dos colegios
en donde se desarrollo el acto electoral de consulta popular de revocatoria, el
SI logró un margen mayoritario, dejando atrás a las huestes del alcalde
revocado Castillo, que se va sin pena ni gloria de la comuna pativilcana, a
pesar del esfuerzo desplegado en la ultimas semanas, para evitar su desafuero.
El alcalde que
contaba con la oposición de los regidores César Taboada, Roberto Jara, Lucy
Alcántara y Otto Laurente, nada pudo
hacer para revertir su salida, debido principalmente a la poca voluntad,
cambiar su gestión desastrosa.
Ahora solo falta
oficializar los resultados, por parte de la ONPE, para que se inicie una nueva
etapa en este distrito bolivariano. En otros distritos los resultados fueron
previsibles, al punto que muchos de los vecinos manifestaron que para ser un “buen
alcalde”, solo se necesita ser corrupto. En esos pueblos, lo que corrió como
agua de rio, fue el dinero para comprar conciencias, lo que no se pudo logar en
el distrito de Pativilca.
Lo que si se ha
podido comprobar un alto índice de ausentismo por parte de los electores, cansados
de la corrupción que parece se ha generalizado en casi todas las comunas de la región
Lima. La Ley 26300 aclara principalmente que para logar la revocación de una
autoridad, basta la mayoría simple de votantes que acudan a las urnas.
Para que se revoque a alguna autoridad, basta que el SÍ
supere al NO, por un voto. La otra condición, es que asista por lo menos la
mitad de los electores MAS UNO.
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