En una inexplicable
represión policial, que arremetió contra indefensos vecinos que estaba protestando
en el II día del paro provincial de Barranca, una bala asesina mató a un
humilde joven e 22 años que responde al nombre de KENYO JAYRO SIFUENTES
PINILLOS.
La policía nacional
apostada en gran número en la entrada de Barranca, hizo uso de sus armas para
asesinar a este joven y dejar decenas de heridos, con impactos de balas y perdigones.
El joven en mención
solo estaba de curioso, pues en declaraciones su madre dijo que solo hace unos
minutos había salido a observar el tumulto de manifestante.
Es en esas
circunstancias que este joven, fue alcanzado por una bala disparada por efectivos
policiales, a la muchedumbre, siendo impactado en el tórax, falleciendo inmediatamente.
Esta muerte ha
causado el repudio a la gestión de Ollanta Humala, y a la negativa de la
alcaldesa de Lima Susana Villarán, a entregar las 93 hectáreas del terreno
ubicado en Los Anitos, a pesar de que por Ley es su obligación hacerlo, el pueblo
solo recibe represión y balas, por reclamar justicia. Ironías de la vida y de
un gobernante que llegó al poder, para defender al pueblo y se ha convertido en
su verdugo.
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