Irresponsablemente hemos
asistidos a una saga más de la paranoia de Lita Román. Como siempre victimizándose
ha salido a decir que teme por su vida, acusando sin prueba alguna al actual
presidente regional Javier Alvarado de querer matarla. Esta forma de hacer política
de echar lodo por doquier sin probar nada, hace de Lita Román un peligro moral
para los que aun subsistimos en la región Lima y una muestra más de las ansias
de poder de esta fémina, que sabe que al terminar el 2014 solo será un triste
recuerdo.
Calumniadora
Como docente
universitaria, Lita Román sabe de las implicancias legales que ocasiona
calumniar o difamar a sus opositores. Acusa de intento de asesinato y de la
existencia de una planilla secreta de periodistas al servicio de la gestión
regional, pero no presenta siquiera un pedazo de papel higiénico, escrito con
tinta de tintero.
Victimizarse electoralmente
es una vieja práctica montesinista. Crear una imagen de conmiseración, pena y
lastima siempre da resultados, lo malo es que Lita Román no tiene credibilidad,
pues por ejemplo sigue llorando porque le rebajaron el sueldo, ¿Pero no dice
que no le importa el dinero?
Ni
Lita ni Alvarado. No es novedad que hay corrupción en el gobierno regional pues lo denunciamos todos los días
Dice Platón que la
cabeza es una jaula, los recuerdos son los pájaros. Por lo tanto, crear un
recuerdo es meter un pájaro en la jaula y recordar es sacar uno de ellos.
Esta es la historia
del desastre político denominado “Patria Joven”, una agrupación política que
terminó en arañones y en sacarse los ojos mutuamente, por los que están aún en
el poder y los que desde afuera con cuchillos en la boca, cual Rambos de pueblo
joven, esperan impaciente la caída del rey Toro.
Ni uno ni otro
sirve, porque provienen del mismo foso: de la mentira, del engaño vil, del
aprovechamiento político y económico, del acomodo, de la afrenta y el escarnio público
de sus miserias. El que diga lo contrario, se engaña a sí mismo, pues frente al
pueblo no pueden disfrazarse de puritanos y buenas gentes, sin ser
desenmascarados.
CINISMO
POLÍTICO E HIPOCRESÍA RAMPLONA
Ya estamos hartos
del sarcasmo de estos malos políticos que han subordinado su accionar político
a la corrupción y el poder económico, todos observamos indignados el
clientelismo barato del poder, el nepotismo, el tráfico de influencias, el
amiguismo, el de ganar conchudamente miles de soles sin trabajar, del escándalo
del lavado de activos, de la falsedad del crecimiento económico, del caos en
salud y educación, la complicidad, la corrupción CERO, las falsas caretas de
luchadores anti corrupción y la tergiversación de la realidad por parte de los
medios de desinformación, solventados por uno y otro lado.
Somos testigos del
cinismo ramplón con el cual actúan los que están en el poder tanto desde el
gobierno regional, como desde la aparente oposición de los impresentables
politiqueros mercachifles liderados por doña Lita Román, con ansias de poder, a
la espera de la caída de Javier Alvarado.
Frente a esto es
impostergable decir ¡Basta! de tanta hipocresía, de desvergüenza, de
desfachatez, descaro, de impudicia, armas corrosivas que destruyen a nuestra
región.
Ni
Javier Alvarado fue la solución, ni Lita Román lo será
Si Lita Román tiene
pruebas que las muestre y no se ampare en la condición de su género, para escupir
mentiras y medias verdades, tratando de ser la María Parado Bellido de la región, cuando a la
justa llega ser la mitómana de moda. Que
el show de “Florcita Polo” no nos termine por envolver, por quienes desean el
poder para hacer mal uso de él.
E intentado ser
ecuánime en mi critica, no pretendo generar desafección, ni escepticismo ni
abandono a lo político, sino escribo de manera directa y clara, es porque esta
y otras gestiones no han podido borrar mis recuerdos de tragedia y dolor de más
del 40% de compatriotas vecinos de la región Lima, que malviven excluidos y
marginados, no pudo silenciar lo que pienso y lo que busco sea corregido. Regresamos.
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