Muchas veces nos preguntamos, ¿por qué
los políticos son corruptos, ineficientes y mentirosos?
La respuesta corta, es simplemente porque pueden serlo. ¿Qué hace
un político? No hay mucha diferencia con la de un empresario. Ambos buscan una
necesidad y la cubren.
Las diferencias entre un político y un empresario son básicamente
que:
El empresario necesita el favor del mercado para triunfar: el de
su cliente, acreedores, accionistas y proveedores. La pérdida de confianza
destruye al empresario al momento. El político no necesita el favor del
"mercado", es decir, de la gente. Solo necesitan el favor corporativista
de otros políticos, medios de comunicación y lobbies para conseguir sus fines.
El empresario no puede saltarse la legalidad, el político sí. Los políticos,
se financian mediante el robo del dinero público, el fraude en las licitaciones
o el saqueo mesurado o escandaloso. Si un empresario usara estas herramientas
para crecer, iría a la cárcel.
La irresponsabilidad. Un empresario siempre ha de ser responsable
de sus acciones. Si vende artículos defectuosos o engañosos, tarde o temprano,
pagará tal abuso. Incluso si hace una línea de productos que no gusta a la
gente —el mercado—, lo tendrá que retirar. El político es todo lo contrario.
Las acciones del político no tienen consecuencia. En esta región hay escándalos
cada día y ningún político dimite ni se le juzga. Incluso si hacen políticas
nefastas para la región, son asumidas como gajes del oficio.
Si una persona no es responsable de sus actos y tiene derechos ilimitados
para hacer lo que quiere, ¿en qué se convierte de forma lógica? En un tirano. Una
sociedad así, no está madura.
El hombre medio desconoce que todo hombre se mueve por incentivos,
no por vocaciones. La vocación del buen político es "servir a la
gente" según la opinión popular. Pero los incentivos para dedicarse a la
política son el beneficio personal.
Incluso el que por vocación se dedica a la política no puede
triunfar, ya que el corporativismo del sector y la búsqueda de intereses
personales lo expulsan. El buen político, el que triunfa, es porque sabe
negociar bien con relación a los intereses de su partido y/o adulones. Eso no
tiene nada que ver con buscar fines humanistas para la sociedad. Los fines
humanistas no son más que un engaño más para conseguir metas personales y económicas
de grupo.
El hombre es brutal y destructivo por naturaleza, por tanto, ha de
existir uno de esos seres brutales y destructivos que lo coordine todo haciendo
mejor a la sociedad. Tal invocación a la autoridad coercitiva no es más que un
ensalzamiento mitificado del "buen gobernante" que solo existe en la
imaginación de quien lo propugna, por unos centavos.
¿Por qué los políticos son corruptos, ineficientes y mentirosos?
Porque les resulta gratis. No tienen controles. No hay restricciones a sus
acciones ni puede haberlas jamás porque ellos poseen el Poder.
El mayor incentivo para el crimen es la
política, especialmente con un Gobernante Omnipotente.
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