Cuando los
trabajadores del Hospital de Barranca tomaron la decisión de paralizar este
nosocomio ante los evidentes actos de corrupción de la gestión pasada, lo
hicieron con voluntad y amor por este hospital, jamás imaginaron que la situación
iba a empeorar como ahora; los líderes de ese entonces que encabezaban este
paro pregonaban investigación y sanción para los culpables, promesa que hoy han
guardado.
Jamás imaginaron también
que esos líderes una vez caída la gestión, iban ser peores y más sinvergüenzas que
los anteriores, pues esta gestión que encabeza Wilfredo Ramírez Oropeza, en el
corto tiempo de gestión, es francamente deplorable. El hospital no cuenta con
ropa quirúrgica para pacientes en sala de partos, sala de emergencia, y centro
quirúrgico; el ascensor sigue malogrado poniendo en riesgo la salud de los
pacientes, unidades de transportes malogrados, no hay materiales de limpieza,
materiales médicos, insumos médicos, equipos médicos y alimentos para pacientes, así como la falta
de médicos especialistas tanto en consultorios como emergencia.
Este médico, Ramírez
Oropeza, que fue impuesto por la cúpula que maneja este hospital, viene
haciendo olvidar a Rafael Konja y compañía quienes casi destrozan a esta
entidad, pues sumado a estas carencias que no han resuelto, siguen favoreciendo
a proveedores y lo que es peor, a pesar de estar dos meses en el cargo no han
investigado los robos y traferías, que estos mismos sinvergüenzas (los
actuales) denunciaban de la gestión anterior. Es decir borrón y cuenta nueva,
porque simplemente ellos están en camino de superarlos.
Las promesas de sanción
para los corruptos quedaron en el olvido y solo fue un caballito de batalla
para hacerse del cargo y aprovecharse de el, como lo vienen haciendo descaradamente.
Ramírez, Flores Malqui y otros, van a camino no solo a proteger a la corrupción
anterior, sino a emularlos y hasta a superarlos.
Los usuarios
manifiestan que este hospital está podrido y que en donde pongas el dedo salta
la pus, son contados con los dedos de la mano, los médicos y funcionarios
honestos, que aman a su institución, la mayoría busca obtener el cargo para las
comelonas, tragos, favorecerse entre ellos y contratar a su concubinas y
amantes y sobre todo designar en los cargos estratégicos a gente de su
confianza para cometer irregularidades. Estos ven al hospital como una troncha
que hay que devorar vorazmente y al menor tiempo posible.
Antes de enumerar
las graves irregularidades cometidas por Konja y compañía, que no han sido ni
investigados ni denunciados, ponemos solo un ejemplo:
La
refrigeradora más cara del Perú
Con fecha 23 de
setiembre del 2013, el hospital de Barranca compra una refrigeradora marca
Miray, supuestamente por la necesidad de resguardar insumos de material médicos
del área del almacén. La proveedora favorecida responde al nombre de Verónica
Yolanda Carmona Sánchez, con RUC 10158618805. Para hacer dicha compra la jefe
de logística Denisse Montoya firma la hoja de requerimiento N° 4927.
Increíblemente pagan por dicha refrigeradora S/. 2,000 soles, cuando su valor comercial
ni siquiera llega a los mil soles.
¿Este director Ramírez
Oropeza que ya tenía graves antecedentes que ya estamos investigando, porque se
calla?, ¿acaso la orden viene del gobierno regional para evitar el escandalo?, ¿Si
el motivo de la paralización fue porque existía corrupción y se pedía sanción a
los responsables, porque no se hace lo prometido?, ¿sabían que en tres años
este hospital ha gastado UN MILLON DE SOLES en impresiones y otras gollerías?...este
Hospital se pudre, es urgente recuperarlo antes que colapse. Qué asco. Regresamos
con los robos de antes y de ahora.
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